Por Lucía Levy
Las piernas están para mostrarse, eso ya lo sabemos,
pero cuando tenemos várices o arañitas, intentamos taparlas de
cualquier manera. "Las várices son dilataciones venosas que
se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz
de la sangre al corazón, lo que también se conoce como
insuficiencia venosa. Las más habituales son las de los miembros
inferiores, pero también pueden aparecer en la cara, panza, brazos o
espalda", informa el cirujano cardiovascular Jorge Gustavo Hiriart,
que tiene una larga trayectoria tratando esta enfermedad, y agrega
que se forman cuando las válvulas venosas no cierran bien,
entonces la sangre comienza a acumularse en las venas, haciendo que
se dilaten
Las várices afectan a más mujeres que hombres, pero
ellos no están exentos de esta enfermedad. Hiriart explica que las
várices más comunes son las superficiales, las llamadas "arañitas"
(aunque su nombre científico es bastante más difícil:
telangiectasias), pero también existe la insuficiencia venosa
profunda que a simple vista no se ve, es decir, no aparecen várices
de inmediato, sino que pueden salir más adelante. "Los síntomas de
la insuficiencia venosa profunda son: piernas cansadas, inquietas
(no saber qué hacer con ellas, moverlas constantemente) y picazón",
aclara Hiriart.
Si bien hay más probabilidades de que las várices
aparezcan por herencia, también hay factores que
influyen en su aparición:
- Obesidad: unas piernas de
contextura gruesa requieren mayor aporte sanguíneo por parte de las
arterias, que luego tiene que ser drenado por las venas, lo que
favorece la sobrecarga de estas y el fallo precoz.
- Anticonceptivos: aunque en la
actualidad tienen bajas dosis de estrógeno, provocan retención de
líquidos y también favorecen, de forma específica, el fallo de las
válvulas de las venas reticulares.
- Sedentarismo: lo que impulsa el
retorno venoso son los músculos de las piernas, si una persona no
realiza ejercicio, los músculos no se contraen, entonces favorece el
estancamiento de sangre y una mayor carga valvular, lo que favorece
la aparición de más várices. "Recomiendo deportes que tengan bajo
impacto: la natación es el mejor de todos, pero también es buena la
caminata y la bicicleta", informa el doctor Hiriart.
- Estar de pie mucho tiempo: el
sistema de retorno debe trabajar siempre en contra de la gravedad,
por eso es aconsejable levantar las piernas y mantenerlas en alto
(de vez en cuando) durante la jornada laboral. El doctor aconseja
usar tacos de entre 3 y 4 centímetros, no muy chatos por el alto
impacto que tienen, ni tampoco altísimos.
Tratamientos para curarlas
"Las várices del sistema venoso superficial
(arañitas) las tratamos con escleroterapia, que es
una inyección con una sustancia esclerosante que provoca una
fibrosis, una trombosis y por último una reabsorción de la vena.
Tiene una efectividad muy buena. Siempre recomiendo comenzar el
tratamiento con esta opción porque es accesible - sale
aproximadamente 250 pesos por sesión -, y tiene una gran eficacia",
dice Hiriart.
Otra posibilidad es el tratamiento con láser.
"El láser es bastante eficaz y menos invasivo que la escleroterapia
o la extirpación de la vena, pero es más caro, la sesión ronda los
800, 900 pesos", informa. El láser suele ser lo más elegido por las
pacientes porque es indoloro, pero el doctor recomienda comenzar el
tratamiento con escleroterapia ya que tiene una tasa muy baja de
reincidencia . Fuente