La Cruda Realidad de los Barrios Populares en Argentina: Una Llamada a la Acción
La situación de miles de familias en barrios populares argentinos es alarmante. Un reciente informe revela la profunda crisis de infraestructura y servicios que afecta a una parte considerable de la población.
El 11% de los argentinos, cerca de 6467 barrios populares, vive sin acceso adecuado a servicios esenciales. Según un estudio de Fundar y Techo, esta realidad se traduce en pobreza estructural y exclusión urbana, afectada por la falta de infraestructura y un notable desinterés estatal.
Una Falta de Inversión Asombrosa
Desde 2024, las políticas de integración urbana que en su momento habían producido avances significativos han sido obstaculizadas. A pesar de requerirse una inversión anual de 2.250 millones de dólares para cerrar la brecha de infraestructura, solo se han destinado 4,2 millones en 2025, lo que representa un 0,2% de lo que realmente se necesita.
Estudios recientes indican que quienes residen en estos barrios tienen una expectativa de vida de 11 años menos que el promedio.
Deficiencias Alarmantes en Servicios Básicos
Los datos del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) muestran una cruda realidad: el 92% de estos barrios no cuenta con una conexión formal a agua potable, y más del 98% carece de acceso a gas natural. Esta falta de servicios obliga a las familias a depender de métodos peligrosos y costosos para su provisión.
Problemas de Saneamiento y Electricidad
La falta de un sistema de cloacas es crítica, con un 97% de los barrios sin acceso a red formal. Muchos dependen de soluciones poco seguras como pozos ciegos, comprometiendo así la calidad del suelo y del agua. Además, el 66% de los habitantes usa conexiones eléctricas irregulares, mientras que el 70% vive expuesto a factores ambientales riesgosos, como inundaciones y basurales.
Solo el 15% de las viviendas en barrios populares presenta calidad constructiva adecuada.
Inseguridad en la Tenencia de la Tierra
La tenencia de la tierra es otro aspecto crítico. Más del 99% de los barrios populares enfrenta precariedad jurídica, lo que impide la inversión en infraestructura y aumenta el riesgo de desalojos. Aunque se han creado alternativas como el Certificado de Vivienda Familiar (CVF) para certificar la posesión, el proceso sigue estancado.
Explorando Nuevas Fuentes de Financiamiento
La heterogeneidad de estos barrios exige soluciones innovadoras para el financiamiento de la integración sociourbana. Aunque las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Chaco concentran gran parte de la población afectada, el desafío es monumental, ya que el 70% de los barrios alberga menos de 150 familias.
Más allá de soluciones asistenciales, se propone considerar estrategias de financiamiento sostenible, incluyendo la emisión de Valores Representativos de Deuda (VRD) vinculados a proyectos de infraestructura básica, que podrían calificar como bonos sociales.
