Por
QUENTIN FOTTRELL, DE MARKETWATCH
1. «Nos volvemos más y más ricos»
En 2013, la riqueza de las personas con activos por al menos US$1.000 millones alcanzó una cifra récord, impulsada por 200 nuevos integrantes como el fundador de Facebook, FB +1.12% Mark Zuckerberg. La lista de Forbes de 2013 de los hombres más ricos del mundo menciona a 1.426 personas con más de US$1.000 millones con un valor agregado neto de US$5,4 billones (millones de millones), una desorbitante alza de 17% frente a los US$4,6 billones del año pasado. De estos, unos 442 residen en Estados Unidos (hay 386 en la región Asia-Pacífico, 366 en Europa, unos 100 en América Latina, 29 en Canadá y 103 en Medio Oriente y África combinados, según Forbes). El valor promedio neto de cada magnate estadounidense con US$1.000 millones o más es de US$10.800 millones, frente a US$9.100 millones el año pasado, según una encuesta de la consultora privada de riqueza Wealth-X y UBS UBSN.VX -0.52% .
¿Por qué está aumentando el número de multimillonarios? «Los máximos récord diarios en los mercados financieros han causado un aumento en el patrimonio neto del 1% más rico», apunta Mark Martiak, un estratega de riqueza de Premier Financial Advisors en Nueva York. Los valores inmobiliarios también se han recuperado y estos factores combinados con una baja inflación y bajas tasas de interés favorecen a los ricos, agrega.
2. «Un millón —o 10— ya no es lo que solía ser»
En momentos en que el precio promedio de una vivienda en Manhattan se ubica un poco por encima de US$1 millón, según el sitio web de bienes raíces Trulia, TRLA -0.46% los expertos dicen que ser millonario ya no significa que es rico. Podría ser que simplemente tiene su propia casa en Nueva York o en San Francisco.
Para la élite global, mantenerse al ritmo de los Gates o los Buffett podría requerir como mínimo un salario anual de más de US$10 millones. El sitio anuncios clasificados en línea para los súper ricos, Jameslist.com, tiene cotizaciones de helicópteros por más de US$7 millones. Para aquellos que crean que tener un Bentley es demasiado obvio, el auto más rápido y caro en el mundo es el deportivo Bugatti Veyron Super Sport.
Efectivamente, aquellos que han trabajado con multimillonarios dicen que, para ser considerados ricos entre su propia élite, un millón de dólares se queda corto. Las personas con matrimonios de US$1.000 millones no ven a los millonarios como sus iguales, apunta Martiak.
3. «Este es prácticamente un club masculino»
Las mujeres están avanzando: este año, hay 138 mujeres en la lista de Forbes de 1.426 personas con un patrimonio de más de US$1.000 millones, un aumento frente a 104 del año pasado.
Aún así, más de 90% de los magnates de la lista son hombres. Esto quizás no sorprenda pues solo 4% de los presidentes ejecutivos en empresas en la lista Fortune 1.000 son mujeres.
Afortunadamente, el ascenso en la jerarquía corporativa no es la manera más común de reunir US$1.000 millones. La mujer más rica del mundo —Liliane Bettencourt, de 91 años— heredó su fortuna de su padre, que fundó el gigante de cosméticos L’Oréal. Y la difunta Roselia Mera (falleció en agosto), una de las 20 mujeres más ricas del mundo, cofundó la cadena internacional de ropa Zara, a pesar de que abandonó la escuela a los 11 años.
4. «Soy inteligente, pero empecé con ventaja»
Las personas con activos de al menos US$1.000 millones nacidas en Estados Unidos tienden a tener muy buena educación, según indican investigaciones recientes. En el estudio «Investigating America’s Elite» (Investigando la élite estadounidense), publicado por la revista académica Intelligence, el psicólogo Jonathan Wai de la Universidad de Duke halló que los magnates con al menos US$1.000 millones eran más propensos que los presidente ejecutivos, jueces y congresistas a haber asistido a las universidades más competitivas.
La mayoría de ellos —como Bill Gates, el hombre más rico de EE.UU. y el hijo de un abogado exitoso— nació en una familia de clase media alta, dice Wai. Al mismo tiempo, bastantes ricos de US$1.000 millones no nacieron con ventajas financieras.
5. «Es como dinero de Monopoly»
En 2006, el empresario mexicano David Martínez le compró al productor de música David Geffen una obra de arte de Jackson Pollack por US$140 millones, pero esto no es nada comparado con lo que algunos ricachones han gastado sin parpadear. Como los US$1.000 millones que supuestamente el oligarca ruso Roman Abramovich pagó en 2010 por su yate Eclipse.
Pero en algunos casos, este derroche es relativo. Efectivamente, «la mayoría de los multimillonarios pueden ser muy tacaños», apunta David Friedman de Wealth X. Muchos han pasado sus vidas intentando obtener ganancias y haciendo cuentas en su cabeza. «Suelen pedir el recibo en un restaurante y discutir por 50 centavos (de dólar)», afirma. «Pero después van y compran un jet por US$50 millones».
6. «¿A que le tenemos miedo? A los abogados de divorcio»
Afortunadamente, y quizás no por coincidencia, el divorcio es relativamente inusual entre los adinerados. Del 84% de ricos con al menos US$1.000 millones y que están casados, solo 8% está divorciado, según una encuesta de Wealth-X de noviembre de 2013.
Los divorcios de multimillonarios pueden costar cientos de millones de dólares y salir caros a la privacidad del matrimonio, dice Janet Lowe, autora de biografías de varios multimillonarios. El divorcio en 2003 del ex presidente ejecutivo de General Electric Jack Welch y su segunda esposa, Jane Welch, reveló el elevado nivel de vida de la pareja, que no había sido divulgado antes. Además, los periódicos principales en EE.UU. se concentraron en los generosos beneficios que Welch recibió como ejecutivo jubilado de GE.
7. «No nos hicimos ricos invirtiendo en acciones»
Si quiere hacerse multimillonario y está empezando de cero, no apueste en la bolsa de valores, recomiendan algunos asesores. Muchos multimillonarios — Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg— lograron su fortuna con empresas nuevas, dice Robert Klein, fundador y presidente de Retirement Income Center, una firma de planeación de jubilación e ingresos en California. Igualmente, los fundadores de Twitter TWTR +1.64% entraron al club de los US$1.000 millones con el debut bursátil del sitio de microblogueo a principios de noviembre. «Tiene más posibilidades de (alcanzar un patrimonio de US$1.000 millones) en Silicon Valley que en Wall Street», señala el estratega financiero Martiak. «Wall Street se vuelve mucho más importante más adelante cuando uno está preservando su patrimonio».
8. «Ustedes lo llaman evadir, nosotros evitar»
No hay datos sobre si los multimillonarios esquivan su responsabilidad de pagar impuestos más seguido que los ciudadanos comunes y corrientes, pero los incidentes que implican a las personas con un gran patrimonio evidentemente reciben mayor atención de los medios, probablemente por los grandes montos en juego.
La línea divisoria entre la evasión ilegal y la esquivación legal de impuestos ciertamente se ve borrosa. En la mayoría de los casos, Martiak dice, «nadie está deliberada o intencionalmente evitando pagar impuestos». Los muy ricos además tienen la oportunidad de pagar un porcentaje mucho menor de sus ingresos en impuestos, ya que la mayoría de sus ingresos viene de inversiones y son por tanto sujetos a gravamen menor al impuesto sobre los sueldos o salarios.
9. «Mi familia me odia, pero adora mi dinero»
Gina Rinehart, de 59 años y la mujer más rica de Australia, está siendo demandada por sus hijos, John Hancock, de 37 años, y Bianca Rinehart, de 36 años, quienes alegan que su madre cometió faltas éticas graves como administradora del fideicomiso familiar de varios miles de millones de dólares al intentar retrasar la fecha en la que los beneficiarios —sus cuatros hijos— podrían tener acceso al dinero. (La firma de abogados de Gina Rinehart, Corrs Chambers Westgarth, dice que su clienta niega las acusaciones y, en un comunicado, señaló que está ofreciendo abandonar su cargo de administradora para poner fin al litigio).
No obstante, no todas las riñas familiares giran en torno al dinero. Ni tampoco son siempre los hijos los que demandan a los padres: el financista T. Boone Pickens demandó a su hijo Michael en febrero por presunta difamación, calumnia, invasión de privacidad, entre otros cargos. Collin Porterfield, un abogado que representa a Michael Pickens, dice que el caso está siendo considerado por la corte del condado de Dallas y no se ha llegado a una decisión.
10. «El rey Lear me enseñó todo lo que sé»
La mayoría de los multimillonarios tradicionalmente les dejan su fortuna a sus hijos o los incorporan al negocio familiar. Sin embargo, más multimillonarios están tomando una brecha distinta. Al menos 30 personas con fortunas de al menos US$1.000 millones han elegido firmar una iniciativa lanzada en 2009 para motivar a los ultra ricos a donar la mitad de su riqueza.
Para muchos multimillonarios, su legado se vuelve más importante que su dinero, dice Martin Fridson, autor de «How to be a Billionaire: Proven Strategies from the Titans of Wealth» (algo semejante a Cómo ser un multimillonario: estrategias probadas de los magnates). Aunque obviamente no se volvieron acaudalados por accidente, dice que muchos ricos se tornan más despreocupados con la edad: «Usualmente te dirán, ‘nunca me dispuse a ser multimillonario, me dispuse hacer el bien'».
Fuente > http://online.wsj.com/article/SB10001424052702304011304579220400983514602.html