La Tragedia Silenciosa: Niños y Niñas en Riesgo en los Barrios Populares de Argentina
La tragedia que asola a cientos de familias en Argentina es más que un simple dato doloroso. Cada vez que un niño pierde la vida en un incendio, se revela una crisis estructural que la sociedad no puede ignorar.
En lo que va del año, el país ha sido testigo de devastadores incendios que han cobrado la vida de pequeños inocentes en diferentes localidades. En Campana, cuatro hermanos de entre 1 y 8 años fallecieron consumidos por las llamas en su hogar; apenas dos meses después, tres niños perdieron la vida en San Fernando cuando su precaria vivienda colapsó tras un incendio. En Catamarca, una niña de tres años murió asfixiada debido a un cortocircuito generado por una conexión eléctrica irregular.
Detrás de estas tragedias se encuentra una realidad que muchos prefieren pasar por alto: el hacinamiento y la precariedad de las viviendas en los barrios populares. Las estadísticas son alarmantes: el 99% de estos hogares carece de acceso a gas natural, el 92% no tiene agua corriente y el 97% carece de sistema cloacal. Esto nos lleva a un problema mayor: las conexiones eléctricas irregulares, presentes en el 60%% de los casos, son la principal causa de incendios. Cuando la falta de servicios básicos se combina con estructuras vulnerables, el desastre es inminente.
Una Mirada Más Profunda a la Crisis Social
La situación es aún más alarmante si se considera que casi el 70% de la población en estos barrios es menor de 29 años. Un total de cinco millones de personas se enfrentan a esta dura realidad, una vulnerabilidad que trasciende lo físico y abarca dimensiones sociales y emocionales. La falta de oportunidades desencadena un ciclo de resignación y frustración, dejando sin expectativas a los jóvenes y dibujando un futuro oscuro.
Desigualdad Territorial
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) refleja la profunda desigualdad territorial que caracteriza a Argentina. Con 17 millones de habitantes concentrados en menos del 1% del territorio, estas áreas enfrentan un crecimiento urbano insostenible. Esa saturación se agrava aún más por los terrenos en riesgo, ya que el 50%% de estos asentamientos se ubica en zonas propensas a inundaciones.
Un Futuro en las Ciudades Intermedias
La solución ante esta crisis radica en la creación y fomento de ciudades intermedias. Argentina cuenta con aproximadamente 200 localidades que podrían equilibrar la distribución poblacional y ofrecer mejores oportunidades. José Miguel Fernández Güell, urbanista destacado, enfatiza que estas ciudades son cruciales para prevenir la despoblación del medio rural y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Fomentar el desarrollo en centros como Pergamino, Junín o Trelew no es una cuestión menor. Es, en cambio, una estrategia vital para promover la cohesión social, mejorar el acceso a servicios públicos y fomentar un crecimiento económico viable y sostenible.
La clave está en reorientar las políticas públicas para priorizar las ciudades intermedias y, a su vez, dejar de ver la tragedia del fuego en los barrios populares como un problema social aislado. En cambio, es esencial reconocerlo como una consecuencia de un modelo de ordenamiento territorial fallido. La construcción de un futuro con oportunidades, lejos de las llamas, es posible y urgente.
