1º de Mayo: Dignidad, realización y derechos para el trabajador
Han pasado 132 años de aquellos sucesos y a pesar del tiempo transcurrido los trabajadores continúan en dura batalla por defender su lugar y sus derechos; al punto que el Papa Francisco resalta “que el trabajo no sea instrumento de alienación, sino de esperanza y de vida nueva”. La conquista de derechos laborales nunca ha sido fácil, por esto es necesario reafirmar el compromiso con la clase trabajadora, quienes con su esfuerzo son el motor de la Nación, ellos siempre son los primeros en sentir los avatares económicos que impiden que los anhelos de una comunidad organizada se materialicen. La historia contemporánea nos muestra que las conquistas sociales y la dignidad del trabajador siempre estuvieron en juego, las luchas encarnadas por los trabajadores se replican por el mundo, hacer valer sus derechos es dejar en claro que no son un simple engranaje de la producción económica. Juan Domingo Perón mantuvo la idea firme de que solo el hombre que se realiza puede ser feliz, pero no hay realización posible si al hombre no se le permite hacer lo que sabe o lo que puede. Lo puso en práctica y nos legó una tarea y un compromiso que va más allá de las luchas por los cargos políticos. Quienes atacaron las ideas políticas del peronismo no han hecho otra cosa que pretender tapar el sol con las manos, ellas eran un reflejo de la necesidad innata del ser humano; y nadie puede negar que trajeron más progreso, más equidad y contribuyeron a construir una sociedad con movilidad social ascendente. Sobre que pilares, que no sean el de la dignidad, la realización y sus derechos se puede pensar para el hombre, y el trabajador como actor principal, cuando se habla de construir una Nación con futuro y con pleno desarrollo. Por Antonio Arcuri