Hoy Mauricio Macri cumple una semana de ejercicio del gobierno nacional. El 10 de diciembre asumió y bailó en el balcón de la Casa Rosada. Pero fue el viernes 11 el primer día en que se sentó en su despacho. En los siete días que pasaron desde entonces negoció con la oposición, liberó el cepo, devaluó el peso, discutió apoyos financieros, rompió el acuerdo con Irán, nombró jueces de la Corte Suprema por decreto, eliminó retenciones al campo y la industria… Son una veintena de medidas con las que hizo demostraciones de fuerza, y con parte de las cuales se equivocó y tuvo que retroceder.
El viernes 11, a poco de entrar en la Casa Rosada, recibió a los candidatos que lo habían enfrentado en las elecciones. Buscaba consensos políticos, marcar un territorio de diálogo. Desde lo económico, ese día Federico Sturzenegger, que todavía no había sido nombrado al frente del Banco Central, empezaba a negociar uno de los desafíos más urgentes: qué hacer con los contratos del dólar futuro. Y cerraban acuerdo con las cerealeras para que aportaran dólares a las reservas.
El sábado el Presidente armó un asado en la Quinta de Olivos con los 24 gobernadores. No faltó ninguno, ni siquiera Alicia Kirchner, que puso en duda su presencia hasta último momento. Allí empezó a tallar el ministro del Interior Rogelio Frigerio, quien debe usar los fondos de obras públicas y de ayuda a las provincias para conseguir consensos (léase votos en el Congreso, sobre todo el Senado). El mismo día, el ministro de Justicia, Germán Garavano anunciaba el relanzamiento de la Unidad AMIA, que investigaba el atentado contra la mutual judía, pero que ahora también trabajaría sobre la muerte de Nisman. Se reactiva así la causa de encubrimiento contra Cristina Kirchner.
El domingo trascendió la quita de retenciones que Macri anunció el lunes. Les quitaron los impuestos a las exportaciones al campo (sólo seguirá pagando la soja, aunque un 5% menos), marcando una fuerte diferenciación con el kirchnerismo, y apuntando a las economías regionales (otra vez un gesto para el interior y los gobernadores). El lunes el Presidente se mostró además con la UIA: anunció también quita de retenciones e hizo gestos de confianza y cercanía. Pero reclamó que los empresarios paguen sus impuestos.
Ese mismo día anunció el final de las DJAI y los controles a las importaciones y exportaciones, y trascendió que empezaban a analizar la eliminación de subsidios a las tarifas. Pero el otro punto fuerte del lunes fue el desestimiento de una apelación ante la justicia que hizo caer el acuerdo con Irán. Era otra de las banderas de la ex Presidenta, que Macri buscó demoler. A ese tema le compitió un anuncio del nuevo titular del INDEC, Jorge Todesca, quien dijo que no se difundirían las estadísticas del organismos porque se sospechaba de las mismas: mas construcción de diferenciación política.
El plato fuerte del lunes, sin embargo, fue más tarde: Macri designó por decreto, en comisión, dos jueces para la Corte Suprema. Sus pliegos serían debatidos en el Congreso más adelante, pero jurarían ya. Desató una tormenta política de proporciones, que incluyó hasta críticas de los propios. Tuvo que negociar los plazos de la jura, hablar con los radicales y hasta reunirse con el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Lo que fue su mayor intento de mostrar autoridad (construcción de gobernabilidad, lo llamó su socio radical Ernesto Sanz) tuvo así una parte de retroceso, y hasta ahora la situación no está saldada.
Ese ejercicio de la prueba y el error que el propio Macri define como parte de su sistema de gestión se plasmó también con la relación con Venezuela. Antes de asumir había dicho que reclamaría en la cumbre del Mercosur, que es el próximo lunes, la cláusula democrática para suspender a ese país de la organización por tener presos a líderes de la oposición. En la semana la Canciller Susana Malcorra aclaró que no sería así, sino que sería un reclamo personal. También se vio ese ejercicio de ir y volver con la discusión sobre las tarifas. El martes se declaró la Emergencia energética. Pero los subsidios, que inicialmente se iban a levantar a partir de enero, siguen siendo analizados. Es que no quieren superponer ese tema álgido con otros que impactan en el bolsillo. Como la suba de tasas que plasmaron el mismo martes con la licitación de Lebac. Por eso ese día buscaron hacer un gesto de alivio para los bolsillos asegurando que seguirían adelante los Precios Cuidados. En el fondo, todo era el marco para la medida de fondo, que se anunció el miércoles.
El miércoles 16, después que cerraron los mercados, el ministro Alfonso Prat-Gay fue el encargado de anunciar la apertura del cepo. Eso implicaba una liberalización del dólar. En la Casa Rosada dijeron que esperaban que la divisa, ya sin tanto control estatal, cotizara a menos de $ 15. Ese mismo día se discutía el plan para enfrentar posibles disturbios sociales a fin de año, potenciados por ese conjunto de medidas, pero movilizados también por sectores del kirchnerismo y la izquierda, que se expresaron con el transcurso de los días en una marcha ante el Congreso y otras en el centro porteño.
Ayer fue el primer día del cepo liberado. Hubo algunas dificultades en el arranque, pero el dato principal fue que el dólar quedó ligeramente por debajo de $14, el mismo precio al que abrió hoy. También el Banco Central liberó las tasas de interés, que ahora podrán fijar los bancos sin topes. Los principales gremios empezaron entonces a reclamar un bono de fin de año y arrancó una pulseada con las petroleras por el precio de la nafta. Y Macri llamó al Papa por su cumpleaños, buscando así descongelar una relación que estaba tensa, y en la que Francisco esperaba un primer gesto de parte del Presidente. Cerraron el día acordando con las provincias la Emergencia en seguridad y girándole $ 5.000 millones a María Eugenia Vidal para que pague los sueldos en la provincia. Casi de noche hubo un acuerdo con laboratorios para rebajar parte de los aumentos de los medicamentos.
Hoy el Boletín Oficial trajo la confirmación de que no pagarán Ganancias los aguinaldos de aquellos que ganan menosde $ 30.000. Y también la modificación del status del Fútbol para Todos, que ahora dependerá de la Secretaría de Presidencia, o sea del mismo Macri. Ya le habían sacado los avisos del Estado a los partidos que se transmitieron en la semana. Una avanzada sobre los temas de medios de comunicación que se complementa con el anuncio de cambios en la Ley de Medios y en la organización de los medios de comunicación en manos del Estado.
Una semana llena de novedades, por cierto. Una veintena de medidas que muestran hoy un país bastante diferente al de una semana atrás.
Fuente: http://www.clarin.com/politica/maurcio_macri-devaluacion-corte_suprema-pacto_con_iran_0_1487851475.html