24 años de cárcel para Gastón Berganza
Gastón Berganza está detenido en la Unidad 9 de La Plata y allí deberá pasar, según lo decidido por la Justicia, los próximos 24 años de su vida.
Esta mañana se difundió el fallo de los jueces tras hallarlo culpable por el crimen de Diego Feinmann. Berganza llegó a juicio acusado de dos cargos de homicidio agravado -uno en grado de tentativa- y portación ilegal de arma de guerra luego de que la madrugada del 20 de noviembre de 2015 asesinara al ex de su pareja de entonces, María Laura Alayón, frente al restorán ‘Fettucine Mario’, de Pilar, con una Glock .357.
Esa noche, los novios habían compartido una cena con la hija menor de Alayón y la mamá del empresario, Haydée Pellegrino, con motivo de la presentación oficial de la pareja.
Al salir, la víctima increpó a Berganza porque quería recuperar a toda costa a su ex. Se acercó a la puerta del lado del conductor del BMW gris y le gritó: ‘Bajate cagón’. La respuesta fueron tres tiros al cuerpo de Feinmann y otros dos disparos al taxi que esa noche lo llevó a la muerte, y que no mataron al chofer de milagro.
Los jueces del TOC N° 5 de San Isidro, Ariel Inttrozzi Truglia, Marcela López Ramos y Pablo Rolón juzgaron a Berganza y, en un veredicto anticipado, lo hallaron culpable en base a la prueba fáctica presentada durante las seis jornadas que tuvo el debate.
Durante el juicio, su defensa optó por plantear que fue emboscado en un plan urdido con una semana de antelación y del que participó el taxista y el amigo de la víctima, Vadim Lapenkov, testigo directo del crimen.
Durante los alegatos, antes de pedir el veredicto anticipado y la detención inmediata del imputado, la fiscal María Inés Domínguez solicitó 34 años de prisión para Berganza, al considerar que esa fatídica noche el empresario «entró a su auto sin confrontar, tomó el arma y disparó, y le siguió disparando».
Para Domínguez, la verdadera motivación del crimen fueron los sentimientos que le provocaron a Berganza la difusión que hizo Feinmann de los videos pornos filmados junto a Alayón, y que vieron tanto los empleados del empresario como sus clientes.
«Debe haber sentido mucha humillación y bronca. Las peritos psicólogas concluyeron que el acusado no maneja la frustración y se vuelve impulsivo», esgrimió la fiscal.
Domínguez consideró que Berganza no sólo mató a Feinmann sino que «buscó no dejar testigos del hecho» y por eso le disparó al taxista. Y que, además, «para asegurarse, volvió a la escena del crimen, para luego instalar su versión del robo, apoyado por dos mujeres leales: su mamá y su pareja de entonces».
Y, contundente, cerró su alegato: «No buscó la situación pero se le presentó la oportunidad y mató a Feinmann porque tenía odio contra esa persona».
Los abogados Adrián Tellas y José María Orgeira, letrados de Antonia Ortiz Medina, la mamá de la víctima, pidieron que se condene a Berganza a 25 años de cárcel: «No obró defendiéndose sino con intención de matar… Y pudo salir con plena comodidad del lugar: podría haber puesto la marcha atrás que puso cuando se le antojó irse, nada se lo impedía».
Y consideraron entonces que el homicidio fue «una venganza» por la escalada de hostigamiento a la que sometía Feinmann a la pareja: mensajes de texto amenazantes, cuenta trucha de Twitter, links con videos pornos, llamados telefónicos insistentes y demás.
El defensor de Berganza, José María Vera, por su parte, pidió la absolución de su defendido o que se lo condene a la mínima pena del cargo de homicidio con exceso en la legítima defensa tras plantear algunas contradicciones, destruir la teoría de que volvió a la escena del crimen puntualizando en los faros antinieblas que se ven en el BMW de los videos que corroborarían esa versión y el coche del condenado, que no los tendría.