Como Mary Robinson dijo una vez: “Nadie puede volver atrás y comenzar de nuevo, pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y hacer un nuevo final”.
Nada podría estar más cerca de la verdad. Pero antes de poder iniciar este proceso de transformación tienes que dejar de hacer las cosas que te han estado deteniendo.
1. Deja de gastar el tiempo con las personas equivocadas.
La vida es demasiado corta para pasar tiempo con personas que te quitan la felicidad. Si alguien te quiere en su vida, harán espacio para ti. No deberías tener que luchar por un lugar. Nunca, nunca insistas en alguien que constantemente pasa por alto tu valor. Y recuerda, no es la gente que está a tu lado en tu mejor momento, sino los que están a tu lado en tu peor momento, tus verdaderos amigos. Como dijo J.F. Kennedy: “El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano”.
2. Deja de huir de tus problemas.
Enfréntalos con la cabeza en alto. No, no será fácil. No hay persona en el mundo capaz de manejar a la perfección cada golpe que le arrojan. No se supone que somos capaces de resolver problemas al instante. Así no es como estamos hechos. De hecho, estamos hechos para enojarnos, ponernos tristes, sentir dolor, tropezar y caer. Porque ese es todo el propósito de la vida: enfrentar los problemas, aprender, adaptarse, y resolverlos en el transcurso del tiempo. Esto es lo que en última instancia, nos convierte en la persona que llegaremos a ser.
3. Deja de mentirte a ti mismo.
Puedes mentirle a cualquiera en el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestras vidas mejoran solamente cuando tomamos las oportunidades, y la primera y más difícil oportunidad que podemos tomar es ser honestos con nosotros mismos.
4. Deja de poner tus propias necesidades en un segundo plano.
La cosa más dolora es perderte a ti mismo en el proceso de amar a alguien demasiado (tu pareja, tus padres, tus hijos, tus hermanos), y olvidar que también eres especial. Sí, ayuda a los demás, pero ayúdate a ti mismo también. Si alguna vez hubo un momento para seguir tu pasión y hacer algo que te importe a ti, ese momento es ahora.
5. Deja de intentar ser alguien que no eres.
Uno de los mayores desafíos en la vida es ser tú mismo en un mundo que está tratando de hacerte igual a todos. Siempre habrá alguien más guapa, siempre habrá alguien más inteligente, siempre habrá alguien más joven, pero nunca serán tú. No cambies para gustarle a la gente. Sé tú mismo y a las personas correctas les encantará el verdadero tú.
6. Deja de aferrarte al pasado.
No puedes comenzar el siguiente capítulo de tu vida si sigues releyendo el último.
7. Deja de tener miedo a cometer un error.
Hacer algo y hacerlo mal es por lo menos diez veces más productivo que hacer nada. Cada éxito tiene una estela de fracasos detrás de él, y cada fracaso está conduciendo hacia el éxito. Terminas lamentando las cosas que no hiciste mucho más que las cosas que hiciste.
8. Deja de reprenderte por los errores del pasado.
Se puede amar a la persona equivocada y llorar por las cosas equivocadas, pero no importa cómo las cosas van mal, una cosa es segura, los errores nos ayudan a encontrar a la persona y las cosas que son perfectas para nosotros. Todos cometemos errores, tenemos luchas, e incluso lamentamos las cosas en nuestro pasado. Pero tú no eres tus errores, no eres tus luchas, y estás aquí AHORA con el poder de dar forma a tu día y tu futuro. Cada cosa que ha ocurrido en tu vida te está preparando para un momento que está por venir.
9. Deja de intentar comprar la felicidad.
Muchas de las cosas que deseamos son caras. Pero la verdad es que las cosas que realmente nos satisfacen son totalmente gratis: el amor, la risa, el trabajo y nuestras pasiones.
10. Deja de mirar exclusivamente a los demás para ser feliz.
Si no estás feliz con lo que eres por dentro, tampoco serás feliz en una relación a largo plazo con nadie. Tienes que crear la estabilidad en tu propia vida antes de poder compartirla con alguien más.
11. Deja de ser inactivo.
No pienses demasiado o crearás un problema que ni siquiera estaba allí en primer lugar. Evalúa las situaciones y toma medidas decisivas. No puedes cambiar lo que te rehúsas a confrontar. Avanzar implica un riesgo. ¡Punto! No puedes llegar a la segunda base con el pie en la primera.
12. Deja de pensar que no estás listo.
Nadie se siente 100% listo cuando surge una oportunidad. Las oportunidades más grandes en la vida nos obligan a crecer más allá de nuestras zonas de confort, lo que significa que no nos sentiremos totalmente cómodos al principio.
13. Deja de involucrarte en relaciones por las razones equivocadas.
Las relaciones deben ser elegidas con prudencia. Es mejor estar solo que estar mal acompañado. No hay necesidad de precipitarse. Y esto se puede trasladar a todo tipo de relación, ya sea personal, laboral o profesional. Si hay algo que está destinado a ser, va a suceder, en el momento adecuado, con la persona adecuada, y por la mejor razón. Enamórate cuando estés listo, no cuando estés solo.
14. Deja de rechazar nuevas relaciones sólo porque las antiguas no funcionaban.
En la vida te darás cuenta de que hay un propósito para todos los que conoces. Algunos te pondrán a prueba, algunos te utilizarán y algunos te enseñarán. Pero lo más importante, algunos sacan lo mejor de ti.
15. Deja de intentar competir contra todos los demás.
No te preocupes por lo que otros hacen mejor que tú. Concéntrate en vencer tus propios records cada día. El éxito es una batalla entre tú y tú mismo solamente.
16. Deja de estar celoso de los demás.
Los celos son el arte de contar las bendiciones de otra persona en lugar de las tuyas propias. Pregúntate lo siguiente: “¿Qué es algo que yo tengo y que todos los demás quieren?”
17. Deja de quejarte y sentir lástima por ti mismo.
Las curvas de la vida existen por una razón – para cambiar tu trayectoria en una dirección que está destinada para ti. No puedes ver o entender todo lo que ocurre en un momento, y puede ser difícil. Sin embargo, reflexiona sobre las curvas negativas lanzadas sobre ti en el pasado. A menudo verás que con el tiempo te llevaron a un mejor lugar, persona, estado de ánimo o situación. Así que ¡sonríe! Que todos sepan que hoy eres mucho más fuerte que ayer, y lo serás.
18. Deja de guardar rencores.
No vivas tu vida con odio en tu corazón. Vas a terminar perjudicándote a ti mismo más que a la gente que odias. El perdón no está diciendo: “Lo que me hicieron está bien.”, está diciendo: “Yo no voy a dejar que lo que me hiciste arruine mi felicidad por siempre.” El perdón es la respuesta… deja ir, encuentra la paz, libérate a ti mismo. Y recuerda, el perdón no es sólo para otras personas, es para ti también. Si debes perdonarte a ti mismo, sigue adelante y trata de hacerlo mejor la próxima vez.
19. Deja de permitir que otros te bajen a su nivel.
Niégate a bajar tus estándares para dar cabida a aquellos que se niegan a elevar los suyos propios.
20. Deja de perder el tiempo explicando a los demás.
Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos no van a creer de todos modos. Sólo haz lo que sabes en tu corazón que es correcto.
21. Deja de hacer las mismas cosas una y otra vez sin descanso.
El momento para tomar un profundo respiro es cuando no tienes tiempo para ello. Si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás consiguiendo lo que estás recibiendo. A veces es necesario tomar distancia para ver las cosas con claridad.
22. Deja de pasar por alto la belleza de los pequeños momentos.
Disfruta de las pequeñas cosas, porque un día puedes mirar hacia atrás y descubrir que eran las cosas grandes. La mejor parte de tu vida serán los pequeños momentos, aquellos que pasas riendo con alguien que te importa.
23. Deja de intentar hacer las cosas a la perfección.
El mundo real no recompensa a los perfeccionistas, premia a las personas que logran terminar las cosas.
24. Deja de seguir el camino de menor resistencia.
La vida no es fácil, especialmente cuando se piensa en lograr algo que vale la pena. No tomes el camino más fácil. Haz algo extraordinario.
25. Deja de actuar como si todo está bien si no lo está.
Está bien desmoronarse por un rato. No siempre tienes que pretender ser fuerte, y no hay necesidad de demostrar constantemente que todo va bien. No debes preocuparte de lo que piensan los demás. Llora si es necesario – es saludable derramar tus lágrimas. Cuanto antes lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír de nuevo.
26. Deja de culpar a otros por tus problemas.
La medida en que puedes alcanzar tus sueños depende de la medida en que tomas la responsabilidad de tu vida. Al culpar a otros de lo que está pasando, niegas tu responsabilidad – le das a otros poder sobre esa parte de tu vida.
27. Deja de intentar ser todo para todos.
Hacerlo así es imposible y al intentarlo sólo te quemarás. Sin embargo, hacer sonreír a una persona puede cambiar el mundo. Tal vez no a todo el mundo, pero sí su mundo. Así que afina tu objetivo.
28. Deja de preocuparte tanto.
Preocuparte no te liberará de las cargas de mañana, sino que te alejará de la alegría que tiene el día de hoy. Una forma de comprobar si hay algo sobre lo que vale la pena reflexionar es hacerte la siguiente pregunta: “¿Este asunto importará dentro de un año? ¿Tres años? ¿Cinco años?”. Si no, entonces no vale la pena preocuparse.
29. Deja de centrarse en lo que no quieres que suceda.
Concéntrate en lo que sí quieres que suceda. El pensamiento positivo está a la vanguardia de cada gran historia de éxito. Si te despiertas cada mañana con la idea de que algo maravilloso va a suceder en tu vida hoy, y prestas mucha atención, a menudo te darás cuenta de que tienes razón.
30. Deja de ser ingrato.
No importa cuán bien o mal lo pasas, despierta cada día agradecido por tu vida. Alguien más en algún lugar está luchando desesperadamente por los suyos. En lugar de pensar en lo que te estás perdiendo, trata de pensar en todo lo que tú tienes y que los demás se están perdiendo.
Escrito por Cristian Illanes – weikap.com