Sea cual sea la hora a la que salgas a la calle, en Argentina es muy probable que veas a varios runners. Si bien es cierto que algunos de ellos practican este deporte en su propia casa o en el gimnasio, haciendo uso para tal fin de una cinta de correr, otros se decantan por llevar a cabo dicha actividad física en la calle.
Son numerosos los beneficios que proporciona el running no solo a nivel físico. Por si fuera poco, en términos psicológicos los argentinos también mejoran drásticamente sobre todo gracias a la liberación de serotonina.
Ante estos aspectos tan positivos no es de extrañar que cada vez haya más ciudadanos que quieran iniciarse en dicha disciplina. ¿También es tu caso? Entonces no dudes en poner en práctica los siguientes consejos. Aplicándolos a rajatabla conseguirás obtener muy buenos resultados corriendo de la manera más segura posible, reduciendo al máximo la posibilidad de lesionarte.
Equípate bien
Es innegable que correr es uno de los deportes más baratos. A diferencia de otras disciplinas, no se requiere una gran inversión para disfrutar del running. Pero esto no significa que puedas ponerte a practicarlo con las zapatillas de andar por casa.
De hecho, el calzado es lo más importante de todo, así que no dudes en equiparte bien. Es de vital importancia optar por una de las Mejores zapatillas de running, no escatimando en un elemento que puede evitar que sufras una grave lesión.
No es lo único que consiguen las buenas zapatillas de running. Adicionalmente te hacen sentir más cómodo durante la práctica deportiva, lo cual se traduce en que mejores tu rendimiento.
Atrás quedan los tiempos en los que equiparse bien exigía desembolsar una estratosférica cantidad de pesos argentinos: hoy en día el alto nivel de competencia se traduce en que puedas comprar modelos muy recomendables a un precio más que atractivo.
Lo mismo podemos decir de otro equipamiento que también es necesario para la práctica del running, desde material textil transpirable e impermeable hasta accesorios que pueden ser bastante útiles, siendo un claro ejemplo la mochila con sistema de hidratación.
No comas antes de correr para evitar el flato
Ahora que hemos mencionado el término de la hidratación, es un buen momento para hablar de comer. Si eres de esas personas que creen que el depósito de energía que te proporcionan los alimentos es fundamental para rendir bien físicamente, estás en lo cierto. Pero esto no significa que tengas que comer poco antes de ponerte a correr.
Todo lo contrario: conviene que lo evites, puesto que en caso contrario es muy probable que el flato se acabe apoderando de ti. Se trata de un dolor que sobre todo se produce cuando respiras profundamente, lo cual es habitual al ejercitarse a un ritmo medio-alto.
Es importante que hayas hecho bien la digestión antes de ponerte a practicar el running, así que deja pasar como mínimo un par de horas desde que comes hasta que te pones a correr.
Empieza poniéndote una meta asequible
Todos cuando empezamos a correr queremos hacer cinco o incluso más kilómetros en poco tiempo, pero ten en cuenta que tu nivel de resistencia, sobre todo si no practicas deporte desde hace tiempo, puede estar bajo mínimos. Es por ello que las primeras metas que te pongas han de ser asequibles.
No alcanzarlas puede empezar a dar pie a que la frustración forme parte de tu estado anímico, factor que terminaría traduciéndose en que desistieses de la intención de practicar el running. Por el contrario, si te pones objetivos fáciles de cumplir y los vas consiguiendo poco a poco, querrás seguir corriendo.
Haz estiramientos antes y después
No lesionarte debería ser uno de tus principales objetivos, ya que de poco sirve empezar una buena rutina de ejercicio físico si más adelante te ves obligado a interrumpirla durante unos meses porque no puedes apoyar el pie.
Suele pensarse que los estiramientos son importantes para evitar las lesiones si se hacen antes de empezar a correr. Aunque es innegable que resultan de gran relevancia, también lo son aquellos que tienen lugar tras la sesión de running.
Relajar los músculos fomenta su recuperación, un término en el que vamos a profundizar seguidamente.
Descansa lo necesario para que los músculos se recuperen
Cuando empieces a correr, una sensación muy gratificante y placentera no tardará en apoderarse de ti. Tras las primeras sesiones notarás un subidón que querrás seguir experimentando. Se llama serotonina, una sustancia química presente en tu cerebro que se liberará en grandes dosis.
Es muy probable que quieras experimentar esta sensación tan agradable cada dos por tres, pero también conviene descansar, ya que de lo contrario tus músculos no se recuperarán y correrás un grave riesgo de lesionarte. Como máximo deberías correr tres o cuatro días a la semana, asegurándote de descansar el resto de jornadas.