Las madres primerizas están todo el día pendientes de sus bebés.
No pasa lo mismo cuando tienen el segundo.
Las madres primerizas están todo el día pendientes de sus bebés. No pasa lo mismo cuando tienen el segundo…
El segundo hijo suele crecer de manera más independiente.
1) Te enterás de que estás embarazada y te hacés la primera eco.
Con el primero, escuchás el corazoncito, llorás de emoción, salís del obstetra y llamás a todas tus amigas. En la eco del segundo, le preguntás al obstetra: «¿Late?, ¿está todo bien? OK, dame rápido la carpetita que tengo que rajar. Mua».
2) Cuando nace, la higiene no es taaan estricta.
Al primero lo bañás todos los días con jabón neutro y al segundo, si notás que hace tres días que no lo bañás, pensás: «Bueno un día más, no pasa nada…». Además, ya casi no se esterilizan mamaderas ni chupetes. Y, de recién nacido, la ropa se pone directamente, ningún lavadito previo antes de estrenar su diminuto vestuario.
3) Los sustos van menguando.
Por ejemplo, si al primero lo pescás chupando el frasco de repelente, llamás al pediatra desesperada e incluso barajás la idea de llevarlo a una guardia. Con el segundo, pensás: «Bueno, taaan mal no le puede hacer, tal vez le viene bien por si se traga algún mosquito…».
4) Al primer hijo tus amigas lo llenaron de regalos.
Y algunas hasta lo visitaban semanalmente. Al segundo, tus amigas casi no lo conocen. Gracias si le llevan un «presente» el día que nace. Eso sí: cada vez que pueden, caen en tu casa con bolsas de ropa y artefactos que sus hijos ya no usan. Sobre todo porque se los quieren sacar de encima para tener más lugar.
5) Al primero no parás de perseguirlo con tu cámara.
Y para el primer cumpleaños te armás un «megavideo» con todos sus grandes momentos. Del segundo casi no tenés registros. Incluso unos minutitos antes de parir le pedís a tu marido que te saque un par de fotos para que el pobre chico sepa que alguna vez lo tuviste en tu panza.
En definitiva, el segundo siempre te da un poquito de pena, porque sabés que nunca vas a poder darle toda la bola que le diste al primero.
¿Será por esta misma razón que sale más relajado, más independiente y zafa mucho mejor del mandato familiar?
Fuente: http://www.revistaohlala.com/1565242-injusticias-maternas-las-5-diferencias-entre-el-primer-y-el-segundo-hijo