Melón y sandia: Sus antioxidantes se pierden cuando los guardás en el congelador. De la misma forma, componentes como el betacaroteno y el licopeno se deterioran con el frío.
Cebollas: ¿las metes en una bolsa de plástico y a la heladera? Conservalas al aire libre y sin pelar para que no pierda sus propiedades
Ajo: Mantenlo en un lugar seco y oscuro para que no brote por las bajas temperaturas
Papas: No caigás en el error de lavarlas y guardarlas en el refrigerador; almacenalas en una caja de cartón para evitar la humedad y los hongos.
Pan: tan sencillo como que si lo metés a la heladera se echará a perder más rápido; guardalo en la panera, o congela trozos pequeños