6 de noviembre: Día de los Parques Nacionales Argentinos

La historia de nuestros Parques Nacionales comienza el 6 de noviembre de 1903, cuando el Perito Francisco P. Moreno realizó una donación de tierras al gobierno nacional para la creación de la primera área protegida de la Argentina, en lo que actualmente es el Parque Nacional Nahuel Huapi. Según indicó hoy el presidente del Directorio de la APN, Carlos Corvalán, “los Parques Nacionales generan oportunidades para el desarrollo local; mediante la planificación de las actividades turísticas y recreativas en función del bienestar económico y ambiental regional. Estas áreas aportan – además – una serie de servicios ambientales de inmenso valor, enfocados en garantizar la sustentabilidad de los recursos”. “La gestión de gobierno en el plano de las áreas protegidas se observa en varios ejes, que trabajamos junto al Ministerio de Turismo de la Nación: el mejoramiento de la calidad de conservación, con inversiones en obras de infraestructura; en la calidad de los servicios turísticos que se brindan en los parques; y en la ampliación de la superficie de los ecosistemas conservados. Como ejemplo de este último punto, tenemos los nuevos parques marinos y las áreas incorporadas y por incorporar gracias al acuerdo con el Ministerio de Defensa de la Nación”, finalizó Corvalán. Por su parte, el ministro de Turismo, Enrique Meyer, indicó: “Los 41 espacios naturales protegidos por el Estado nacional se encuentran a lo largo del país y constituyen una de las herramientas fundamentales para la preservación de la diversidad biológica, los bienes paleontológicos, arqueológicos e históricos, que son los componentes de la cultura de los Pueblos que conforman nuestra Patria. Es la mayor de las herencias que podemos dejar para las futuras generaciones”. Las áreas naturales protegidas – en sus diversas categorías de manejo – integran un gran sistema regulado por un marco normativo específico; poseen los medios materiales y financieros necesarios para su gestión, además de un reconocido capital humano idóneo y comprometido. Constituyen un ámbito propicio para acrecentar y profundizar el conocimiento científico de prioridad nacional y para fomentar una conciencia social conservacionista y el intercambio de saberes y tecnologías en materia de desarrollo sustentable.