La periodista Thamina Habichayn, parte de una red de medios digitales, reveló que esta temática ha ganado notoriedad desde 2020, con reportes de incidentes aislados en Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Buenos Aires. Sin embargo, el fenómeno ha escalado en 2024, funcionando como una “industria” integrada por diversos actores.

Un Mecanismo Recurrente en Diversas Provincias

Según Habichayn, en todas las regiones se repite un patrón donde se utilizan casos excepcionales como ejemplos típicos. A pesar de esta narrativa, la realidad está respaldada por estadísticas: en Santa Fe, por ejemplo, las denuncias falsas acreditadas son “cero”. Además, en toda Latinoamérica, las falsas denuncias relacionadas con violencia de género o abuso sexual representan menos del 1%.

Agentes Detrás de la Narrativa

Dentro de este fenómeno, se identifican abogados, organizaciones, familias de denunciados y legisladores que esgrimen argumentos destinados a desprestigiar a las denunciantes. Este enfoque incluye conceptos nocivos como la figura de la “mala madre” y la peculiar inversión de roles que transforma al agresor en víctima. Uno de los métodos más controversiales es la invocación del Síndrome de Alienación Parental, una teoría muy criticada por falta de sustento científico y prohibida en varios lugares.

Un Ataque a los Avances del Movimiento Feminista

El informe presentado por la red de medios define este lobby como “la última frontera de la ultraderecha”. Durante una entrevista con Juan di Natale, Habichayn subrayó que este ataque no es casual y va en contra de importantes logros del movimiento feminista, como la valorización de las voces de las víctimas y las infancias en contextos judiciales. “No se trata de casos aislados; es un asalto político a los progresos en género”, afirmó.

Riesgos de Nuevas Normativas

Además, los panelistas expresaron su preocupación por posibles proyectos de ley que agraven las penas por denuncias falsas, los cuales podrían desincentivar a las mujeres a dar el paso de denunciar, en un sistema judicial que ya presenta lentitud y genera revictimización. Habichayn insistió en que la desinformación solo crea desconfianza en el sistema judicial y entorpece el acceso a derechos fundamentales.

Realidad vs. Narrativa

Para poner en perspectiva esta problemática, la periodista recordó que el porcentaje de denuncias falsas en delitos comunes se sitúa alrededor del 3%, mientras que en el ámbito de la violencia de género desciende a un rango que varía entre el 0,53% y el 0,8%, una cifra muy alejada de las afirmaciones que circulan en redes sociales y espacios políticos.