En un audaz pronóstico, Musk sugirió que pronto el trabajo dejará de ser una obligación. “En 10 o 20 años, el trabajo podría ser opcional”, afirmó, respaldando su opinión con ejemplos de prácticas cotidianas que motivan a las personas, como la jardinería. “Cultivar verduras es más complicado que ir al supermercado, pero hay quienes lo hacen por gusto. Así será el trabajo”, agregó.

El empresario destacó el desarrollo de Optimus, la línea de robots humanoides de Tesla, como parte de una tendencia que promete transformar la economía. “La inteligencia artificial y los robots eliminarán la pobreza”, aseguró, enfatizando que el dinero podría perder su relevancia en una economía automatizada, citando al escritor Iain Banks.

La respuesta crítica de Jensen Huang

Sin embargo, las afirmaciones de Musk encontraron oposición en Jensen Huang, CEO de Nvidia, quien estuvo presente en el evento. Huang argumentó que la inteligencia artificial no disminuirá la carga laboral, sino que abrirá más oportunidades para nuevos proyectos. “Seremos más productivos, permitiéndonos alcanzar metas más rápidamente”, explicó.

Huang incluso desafió a Musk a avisarle cuando se aproxime un mundo donde el dinero pierda su valor. La respuesta de Musk fue clara: “Lo vas a ver venir”.

Un debate sobre el futuro

La conversación entre ambos líderes tecnológicos dejó en evidencia la incertidumbre sobre un futuro sin trabajo obligatorio. No se aclaró cómo se distribuiría la riqueza generada por sistemas automatizados ni quién controlaría los medios de producción. Además, persisten preguntas sobre cómo sostener fiscalmente a una población sin empleo en un modelo basado en impuestos y consumo.