Tres Perros Azules Captan la Atención en la Zona de Chernóbil
Un inusual descubrimiento en la zona de exclusión de Chernóbil ha dejado a muchos intrigados. Recientemente, un equipo de la organización Dogs of Chernobyl avistó a tres perros con pelaje de un vibrante color azul.
Durante una campaña de captura y esterilización cerca de la ciudad desierta de Prípiat, estos caninos llamaron la atención no solo por su aspecto, sino también por las especulaciones que han surgido en torno a su color. Aunque la noticia se ha viralizado, los expertos aseguran que aún no hay pruebas fehacientes que relacionen esta anomalía con la radiación de la zona.
El Origen del Color Azul: ¿Radiación o Contaminación Química?
La inquietud entre los lugareños ha aumentado, pero los especialistas explican que este fenómeno podría deberse a una contaminación química superficial. Este planteamiento recuerda un incidente en 2021 en Dzerzhinsk, Rusia, donde varios perros adquirieron un tono azul tras jugar en polvo de sulfato de cobre, un subproducto de procesos industriales.
Investigación en Marcha
El equipo de Dogs of Chernobyl está trabajando arduamente para capturar a los tres perros y obtener muestras de su pelaje y piel para análisis en laboratorios de Ucrania. Sin estos estudios, no se puede determinar si el color es meramente superficial o si se debe a una exposición directa a residuos químicos. Hasta ahora, los perros han sido reportados como activos y saludables, lo que plantea más preguntas sobre su condición.
Una Fauna Resiliente
La población canina de la zona, que se estima en aproximadamente 700 animales, es descendiente de mascotas que quedaron atrás durante la evacuación tras el desastre nuclear de 1986. Desde entonces, estos perros han sobrevivido en un ecosistema único, donde interactúan con residuos contaminantes y ruinas industriales, lo que puede explicar fenómenos inusuales como el de estos perros azules.
Reavivando el Interés por Chernóbil
El raro hallazgo ha renovado la atención internacional hacia la fauna de Chernóbil, objeto de varios estudios genéticos en años recientes por su notable capacidad de adaptación. Los investigadores priorizan determinar la naturaleza del compuesto que tiñó a estos animales a fin de asegurar su salud y bienestar. «Creemos que el origen es químico, no radiactivo, y las muestras serán fundamentales para desentrañar este misterio», concluyeron los expertos.
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