La Nueva Batalla por las Tierras Raras: Japón en la Mira de China
Las tensiones entre Japón y China vuelven a aumentar, y una antigua estrategia de coerción económica vuelve a ser protagonista. ¿Cómo se prepara Japón para enfrentar esta situación crítica?
Tensiones Sociales y Económicas en Aumento
Desde el 2010, cuando estallaron las disputas por las islas Senkaku, Japón ha tenido que desenvolver una compleja relación con China. En esa ocasión, Pekín lanzó una ofensiva inusual al imponer una prohibición no oficial sobre la exportación de tierras raras, materiales cruciales para una amplia gama de industrias, desde la automotriz hasta la militar.
Reacciones Recientes de Japón
Las relaciones se han tensado nuevamente tras declaraciones de la primera ministra japonesa, Takaichi Sanae, sobre la posibilidad de intervención militar ante una eventual invasión de Taiwán. La respuesta de China fue contundente: suspensión de vuelos directos y advertencias a sus ciudadanos sobre viajar a Japón.
Lecciones Aprendidas y Nuevas Estrategias
Ante el riesgo de una nueva guerra económica, Japón muestra que está mejor preparado. Durante el conflicto de 2010, dependía de China para el 90% de sus tierras raras, lo que significó paralizar sus líneas de producción al interrumpirse el suministro. A partir de esa experiencia, Japón implementó un presupuesto de 100.000 millones de yenes para diversificar sus fuentes de suministro y reducir su dependencia.
Desafíos en la Búsqueda de Alternativas
A pesar de los esfuerzos, Japón aún obtiene alrededor del 60% de sus minerales de tierras raras de China. Pese a un acuerdo con empresas australianas para diversificar las fuentes, el proceso de extracción y refinación sigue siendo complejo y costoso. Las tierras raras importadas de Malasia han mostrado precios superiores a los de China, lo que representa un dilema para empresas en sectores competitivos.
Las Implicaciones del Control Chino
China no ha recurrido aún a las tierras raras en sus recientes enfrentamientos, posiblemente por la delicadeza de su relación con Estados Unidos. Sin embargo, muchos en Japón creen que este tipo de coerción seguirá presente en la disputa, quizás con mayor energía en el futuro.
Preparativos para la Crisis
Si la actual tensión desencadena restricciones en el suministro de tierras raras, Japón confía en que sus esfuerzos por asegurar fuentes alternativas le brinden algo de tiempo. Según expertos, aunque el impacto no sería tan devastador como en 2010, las empresas seguirían enfrentando importantes dificultades.
