La reciente película de Francis Ford Coppola, Megalópolis, ha resultado ser un gran revés en términos económicos. Tras una inversión personal de 120 millones de dólares, la película solo logró generar 14 millones a nivel global.

Venta de Activos: Acciones para Superar la Crisis

Consciente de su situación, Coppola ha optado por desprenderse de propiedades valiosas. Desde su joya definitiva, un reloj F.P. Journe FFC Prototype, hasta una isla privada en Belice, ha hecho todo lo posible para equilibrar sus finanzas.

Reloj de Lujo: Un Récord en la Subasta

El exclusivo reloj de Coppola fue subastado por la prestigiosa casa Phillips en Nueva York. Tras once minutos de puja, el artefacto alcanzó un precio récord, convirtiéndose en el reloj más caro vendido en subastas estadounidenses desde 2017. Paul Boutros, representante de Phillips, destacó el significado de este reloj como un símbolo de la colaboración entre historia del cine y la relojería.

Un Golpe Financiero Duro Pero Reflexivo

La crisis de Coppola se intensificó tras la mala recepción de Megalópolis. En declaraciones recientes, el aclamado cineasta confesó que la inversión le costó casi todo su capital. Sin embargo, cree que con el tiempo podrá recuperar su inversión. «Puedo tardar de 15 a 20 años, pero confío en que lo lograré», dijo en una charla hace unos meses.

La Isla de Coral: Un Capricho Vendido

Aparte de su reloj, Coppola también vendió su querida isla privada en Belice, la cual adquirió como un refugio familiar. Bautizada como Cayo Coral, esta pequeña joya se vendió por 1,8 millones de dólares y se caracteriza por ser autosuficiente, contando con tanques de agua y paneles solares.

Reflexiones Finales del Cineasta

En el Festival de Cannes, Coppola reflexionó sobre su situación financiera, enfatizando que el dinero es solo un aspecto de la vida. «Mis hijos tienen carreras sorprendentes sin depender de una fortuna. Lo verdaderamente importante son los amigos», compartió con sinceridad el director.