Que el campo es el principal motor del país no quedan dudas. Lo llamativo es que pese a un contexto donde todo parecía ser desfavorable (Coronavirus, baja demanda, dólar inestable) el valor de producción aumentaría alrededor de un 6,5% según los especialistas.
La predicción auspiciosa se desprende de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que estimó un volumen de producción récord de 24,75 millones de toneladas entre trigo y cebada para el ciclo 2020/2021. El trigo aumentará un 12% producto de mayores rendimientos por hectárea, mientras que la cebada caerá en un 7% debido a la menor cantidad de siembra. De estos análisis también se desprende un fuerte crecimiento económico en la venta de maquinaria agrícola donde los tractores en venta y las silo bolsas de acopio lideran los rankings.
Aporte a la economía del país
En caso de que las predicciones de los analistas sean las correctas, el valor bruto de producción tocará los 10.770 millones de dólares para la campaña fina de 2020/2021. Esto se traducirá en ingreso de divisas norteamericanas al país, siendo uno de los pocos sectores que permite que Argentina se nutra de monedas externas en un contexto de parálisis financiera a nivel global, con retracción de la economía local, cierres de Pymes y bajas en ventas producto del aislamiento social preventivo y obligatorio. Otra buena noticia es que se estima que el valor agregado o producto bruto sería de U$S 4.200 millones, un 13% más en comparación al 2019. Además, la recaudación fiscal será cercana a los U$S 1.200 millones.
Desde el departamento de estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales afirmaron que el trigo alcanzaría cifras récord de 21 millones de toneladas en este 2020/2021, aunque la cebada mantiene sus cifras 3,75 millones de toneladas. En conclusión, el aporte de ambos cereales invernales llegará a casi 25 millones de toneladas, una cifra sin precedentes.
Clima favorable
Así como la soja y el trigo se vieron perjudicadas en abril por el aumento de las precipitaciones y las primeras heladas que llegaron al país, diferente es el panorama de los granos invernales que se verán favorecidos por el clima de la región. La humedad del suelo permanecerá durante el ciclo de cosecha lo que permitirá la viabilidad en los cultivos y una buena calidad. Pese a que puede haber excesos en la zona noroeste y períodos de sequía en el sudoeste de Buenos Aires, la primavera traerá la humedad necesaria para compensar cualquier déficit previo. Se estima que las heladas se mantendrán hasta el final del ciclo de cosecha y algunos sectores del sur podrían correr algún riesgo.
Se trata de buenas noticias para aquellos productores que temían por un clima desfavorable que sumado a la presión impositiva y la baja en la demanda serían un combo negativo para la producción invernal. El guiño climatológico ya puso en marcha al sector de insumos y maquinaria, especialmente con la compra y venta de tractores usados que en tiempos complicados se vuelve la mejor opción.
Por otra parte, el volumen récord de la campaña que se avecina determinará un aumento en el volumen de fertilizantes con porcentajes para nada despreciables del 6% en promedio. Lo mismo ocurre con los fungicidas que se mantendrán con buenos márgenes de ventas producto del manejo sanitario eficiente que ya se está poniendo en marcha de cara a las heladas invernales.