La medida de fuerza, anunciada por el secretario general de ATE-Capital, Daniel Catalano, busca visibilizar los peligros que la reforma representa para la organización sindical y los convenios colectivos, los cuales, según él, podrían verse severamente amenazados.

La Reforma que Genera Controversia

Catalano denuncia que el diseño de la reforma laboral busca socavar fundamentos esenciales del empleo, tanto en el sector público como privado. «Lo que se propone es un ataque a la estabilidad laboral, donde se eliminan indemnizaciones y se permite la práctica de renunciar para luego ser recontratado», advirtió en declaraciones a Splendid AM 990.

Sesiones Extraordinarias a la Vista

El dirigente señaló que la convocatoria a sesiones extraordinarias, que se llevará a cabo del 10 al 30 de diciembre, permitirá que el Gobierno plantee no solo la reforma laboral, sino también cambios en el ámbito penal. Esto ha generado una creciente inquietud entre las organizaciones sindicales.

Apoyo Gremial y Resistencia

Catalano se reunió con líderes de las dos Centrales de Trabajadores de Argentina (CTA) y con la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT), buscando una respuesta conjunta ante los cambios propuestos. Sin embargo, reafirmó que el paro de ATE se llevará a cabo sin importar el grado de coordinación alcanzado dentro del gremio.

Reacciones del Gobierno

Ante la advertencia de las huelgas, el Gobierno ya anunció que descontará el día a los empleados estatales que decidan participar del paro. La concentración de ATE está programada para las 11, frente al Congreso de la Nación, donde los trabajadores mostrarán su repudio a las reformas.

Compromiso del Sector Salud

En respuesta a las denuncias sobre posibles sanciones a médicos y empleados estatales que se adhieran al paro, Catalano aseguró que la atención de urgencias está garantizada durante las huelgas. “Incluso en días de paro en hospitales, no abandonamos a los pacientes», agregó, refiriéndose al compromiso del personal de salud de mantener la atención crítica.

La decisión de ATE refleja un clima de tensión creciente entre el Gobierno y las organizaciones sindicales, mientras se intensifican los debates sobre el futuro laboral en el país.