Como un *guiño* al sector agrícola, Luis Caputo ha comunicado una significativa reducción de las retenciones a las exportaciones agrícolas. Este ajuste busca mejorar la competitividad del agro y se presenta en un contexto de *recuperación* tras la reciente reentrada al financiamiento internacional.

En consonancia con la promesa del presidente Javier Milei de avanzar hacia la eliminación total de estos impuestos, Caputo anunció que se modificarán las alícuotas de retenciones para los principales cultivos.

Las nuevas tasas serán:

Cambio en las Alícuotas de Retenciones

Soja: baja del 26% al 24%.

Subproductos de soja: desciende del 24,5% al 22,5%.

Trigo y cebada: reducción del 9,5% al 7,5%.

Maíz y sorgo: ajuste del 9,5% al 8,5%.

Girasol: disminución del 5,5% al 4,5%.

Objetivos del Gobierno y Proyecciones

Andrés Asiain, director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, indica que el costo de esta medida implica aproximadamente unos 750 millones de dólares. Esto se debe a que el sector agrícola enfrenta una presión considerable por el *tipo de cambio apreciado* en medio de un clima económico incierto.

«Es un alivio temporal para el agro, que debe lidiar con costos elevados y la amenaza de un acuerdo potencial con EE.UU.», declara Asiain, señalando que el pacto incluiría un cobro adicional por el uso de semillas transgénicas.

Impacto en la Economía Agrícola

El analista Sebastián CAO, de Research & Forecast, destaca que esta medida es un indicativo positivo, ya que mejora la rentabilidad, estimula la inversión y promueve la producción y exportación de productos agrícolas.

«Si bien el costo fiscal inmediato es significativo, se ha reducido del 1% del PIB en 2024 a un estimado de 0,6 – 0,7% para este año. En general, el efecto es netamente positivo», sostiene CAO.

¿Es Posible la Eliminación Total de las Retenciones?

Acerca de la posibilidad de eliminar por completo las retenciones, Asiain opina que el contexto productivo local favorece una visión optimista, dada la tradición de Argentina en el comercio exterior de productos primarios.

«El comercio exterior viajó de la mano de la recaudación impositiva relacionada y ha sido esencial para la construcción del Estado nacional», subraya Asiain.

CAO añade que, aunque su eliminación sería lo ideal por ser un impuesto distorsivo, en el corto plazo, las retenciones aún cumplen un rol fiscal importante para la estabilidad de las cuentas públicas.

«Una eliminación gradual, en combinación con un crecimiento sustancial de la actividad económica y una recaudación más robusta de otros impuestos, parece el camino más razonable», concluye CAO.