El Gobierno argentino ha dado un paso decisivo al convocar a sesiones extraordinarias para avanzar con el tratamiento del proyecto de modernización laboral. Patricia Bullrich, en su rol de ministra, lidera las conversaciones con los jefes de los distintos bloques de oposición, con el fin de establecer las comisiones que discutirán la propuesta enviada por el Ejecutivo.

Comisiones en Marcha: El Rol de Bullrich

La Casa Rosada planea formalizar este miércoles la creación de las comisiones que evaluarán la reforma laboral, propuesta que aún espera ser presentada oficialmente en la Cámara Alta. Se estima que la iniciativa pasará por las comisiones de Trabajo y Previsión, así como de Presupuesto.

Fuentes cercanas al oficialismo indican que Bullrich podría asumir la presidencia de la comisión de Trabajo, convirtiéndose en figura central del debate. Esto significaría que la ex ministra de Seguridad sucedería a Carmen Alvarez Rivero en este rol, mientras que Ezequiel Atauche se mantendría al frente de Presupuesto durante este periodo extraordinario.

Tratamiento Exprés: Oportunidades y Desafíos

La vicepresidenta Victoria Villarruel está participando activamente en la definición de la agenda para el tratamiento de estos proyectos. El oficialismo aspira a un tratamiento rápido, buscando la aprobación de la reforma en el marco de las sesiones extraordinarias.

Sin embargo, el camino hacia la aprobación no parece sencillo. Desde el propio oficialismo hay incertidumbre sobre la posibilidad de obtener las mayorías necesarias para un trámite ágil.

Detalles Clave de la Propuesta

La iniciativa que se espera ingresar este miércoles tiene como objetivo reducir los costos laborales y aliviar las cargas patronales, en un intento de crear más oportunidades de empleo formal. Entre los cambios propuestos, se contempla la modificación de la base de cálculo de las indemnizaciones, excluyendo conceptos como vacaciones y aguinaldo, así como la creación de un Fondo de Asistencia Laboral para cubrir despidos.

Impacto en el Ámbito Sindical

En el ámbito sindical, la reforma presentaría restricciones al convocar y realizar asambleas dentro y fuera de las empresas. Se requerirá autorización previa del empleador para definir el horario, la duración y el lugar de estas asambleas.

Además, aquellos trabajadores que participen no recibirán salario durante el tiempo que dure la asamblea, y se limitará el tiempo que los delegados del personal podrán dedicar a actividades sindicales a solo 10 horas mensuales.

La propuesta califica como «prácticas desleales» cualquier acción sindical que interfiera de manera deliberada con las operaciones de la empresa.