Si estás empezando como escritor estamos seguros que te has preguntado cómo imprimir tus propios libros. Esto es completamente entendible, ya que luego de haber hecho todo el proceso de escribir la historia y, posteriormente, editarla, llegó el momento de imprimir el primer ejemplar. Sin embargo, para hacerlo existen un par de detalles que se deben tener en cuenta.
Por ejemplo, hay que definir cuáles son sus medidas, las páginas, el papel en el que será impreso, que portada debe llevar, etc. Todas estas decisiones son importantes, ya que tendrán cierto impacto en el lector.
Empezando con el tema de las medidas, existen varias que son muy usadas en diversos tipos de libros, por lo que se puede usar alguna de ellas para nuestra obra. Por ejemplo, la medida 210mm x 297mm (DIN A4), que es el tamaño de folios y se pueden ver en edición de revistas y similares. Al mismo tiempo tenemos las medidas 148mm x 210mm (A5) que es muy frecuente en libros narrativos.
Las medidas 150mm x 210mm por su lado son para los libros de bolsillo, las medidas 216 mm 297 mm para manuales o libretos similares y las medidas 170mm x 235 mm se adaptan muy bien para novelas o relatos. Como te mencionamos, hay otras medidas que puedes tener en cuenta, sin embargo, como queremos imprimir libros por nuestra cuenta lo mejor es tomar alguna de las mencionadas.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta el tipo de serie DIN o ISO las cuales estandarizan el tamaño del papel y se dividen en tres categorías A, B y C. En el caso de la serie A, es la más frecuente y dentro de ella está el tamaño inicial que es el AO. Luego, va dividiéndose en otros tamaños como A1 que es la mitad de AO (equivale a un metro cuadrado).
Al igual que, la serie A, la B se utiliza en libros y forman tamaños intermedios de los A. Por su lado la serie C, se usa para sobres y bolsas. Aclarado esto hay que pasar a los tipos de impresión, ya que hay dos.
Para empezar, tenemos la digital, donde la impresión se puede hacer por inyección de tinta o láser. La principal característica de este tipo de impresión es el uso de papeles a medidas, por lo que se aprovecha mejor el papel y se reducen los costos.
La segunda opción es la impresión offset que es mejor para la producción de un gran número de ejemplares. En este caso se consigue una mayor definición y calidad y los costes pueden aumentar o reducirse dependiendo de las medidas del libro.
El otro detalle a tener en cuenta es el cuerpo del libro y es que cada libro cuenta con un cuerpo diferente que se suele elegir en base a lo que diga el editor o la imprenta para la que se trabaje. Por lo tanto, este punto queda a nuestra completa elección y de lo que estemos dispuestos a pagar por un tipo de papel u otro.
Luego, está el detalle del gramaje de papel, cuyo costo dependerá del tamaño del libro y de la opción que elijas, ya que hay algunos que son más costosos que otros. Ahora, hay que decidir si la impresión del libro se hará con plastificado y esto dependerá mayormente de la portada que se tenga.
Por ejemplo, si es una portada brillante el acabado más común es con una lámina transparente con brillo. No obstante, se puede elegir imprimir sin plastificado, por lo que no hay nada que proteja la portada y no hay que pagar más dinero.
Decidir si vas a imprimir tu libro en B&N o en color es otro paso importante y al elegir debes saber que hay una diferencia de precios. Sin embargo, no es tan alta sobre todo si se usa la impresión digital. Por último, hay que elegir el tipo de encuadernación y para ello hay que saber que algunos tipos son más usados que otros.
Nuestra recomendación, es no centrarse tanto en todos los tipos que hay, sino en las dos encuadernaciones que son más comunes. En concreto, la cosida y la rústica encolada o fresada (PUR). El primero consiste en usar hilo y aguja en la parte central del libro al lomo. Mientras que, en la segunda, se toma el cuerpo del libro para fresar el lomo y luego pegarlo con cola resistente a la cubierta.