Tras darse a conocer la decisión del Gobierno nacional de suspender las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires, UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) coincidieron en alertar que «la escuela es indispensable» y solicitaron que la medida tenga la menor duración posible y sea sectorizada.
«Desde el comienzo del aislamiento social y la suspensión de las clases presenciales establecidas como consecuencia de la pandemia Covid-19, la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF monitoreamos con preocupación el impacto en niñas, niños y adolescentes. La escuela es indispensable para su desarrollo y bienestar, para la adquisición de conocimientos y el fortalecimiento de aspectos psíquicos y sociales. Su ausencia genera graves consecuencias para su salud, tanto emocionales como físicas», expresaron este jueves las organizaciones en un comunicado conjunto.
Además, sostuvieron que «la escuela constituye un sitio seguro mientras sus padres, madres y cuidadores/as trabajan, contribuyendo así a la actividad económica de la sociedad. Es una herramienta de equidad social indispensable, particularmente en los grupos sociales más vulnerables».
En el comunicado UNICEF y la SAP señalaron que «la escuela es un lugar seguro y trabajar con niños y niñas, no es un factor de riesgo: la responsabilidad de que continúe así recae en los adultos responsables del cumplimiento de los protocolos elaborados y en la construcción y aplicación de las medidas sociales necesarias para sostener la presencialidad, tanto en la escuela como en las familias»
Ambas instituciones adhirieron a las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas para «que nadie quede atrás» y acompañan los Objetivos del Desarrollo Sustentable para el 2030, que priorizan la educación entre otros derechos. «Existe consenso internacional que, aún en estados de pandemia, crisis o catástrofes, el marco legal está dado por los derechos humanos. La educación es un derecho humano fundamental, que tiene como finalidad garantizar una educación de calidad para todos los niños, niñas y adolescentes del país», señalaron
Y agregaron: «Hemos trabajado en forma ininterrumpida, no los últimos meses, con todas las autoridades sanitarias y educativas, en la generación de ambientes seguros en la escuela, hacia una presencialidad cuidada y controlada, a través de la implementación de protocolos específicos. Los resultados de seguridad escolar hasta el momento han sido muy satisfactorios y niños, las niñas y adolescentes han abrazado con esperanza y responsabilidad esta nueva instancia educativa, viéndose ahora privados de la misma en determinadas jurisdicciones del país»