Artana inició su exposición con una afirmación impactante: los salarios reales actuales se encuentran un 25% por debajo de los niveles alcanzados durante las gestiones de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. Un trabajador promedio ganaba $2 millones en términos actuales, mientras que en la actualidad recibe $1,5 millones. Esta disminución contribuye al creciente descontento social y a la resistencia a ajustes económicos.

El economista también destacó que el Gobierno ha logrado un ajuste del gasto público, que ronda el 30% real, el cual funciona como el «pilar económico y político» del programa actual, ante la imposibilidad de acceder a mercados financieros.

Tasas de Interés y Crédits: ¿Un Escenario Desalentador?

Un factor crítico este año ha sido el desmesurado aumento en las tasas de interés, que, según Artana, han llegado a niveles «extravagantes». Esta situación ha elevado la morosidad tanto en personas como en empresas, lo que afecta significativamente el financiamiento de bienes durables y el capital de trabajo. En consecuencia, el sector privado ha enfrentado un mini credit crunch con una contracción del crédito en pesos y una desaceleración en moneda extranjera. Sin embargo, las recientes bajadas en las tasas podrían permitir una recuperación para mediados de 2026.

FIEL estima un crecimiento superior al 3% para el próximo año, respaldado por un entorno financiero más favorable y una temporada agrícola prometedora.

Un Mercado Cambiario en Crisis

Con respecto al mercado cambiario, Artana consideró complicado interpretar su comportamiento reciente, dadas varias circunstancias: un adelanto de importaciones por $6,000 millones, colocaciones de deuda y un fenómeno de dolarización preelectoral sin precedentes. Un aspecto crucial será la capacidad del Banco Central para recuperar reservas. Artana sugirió que existe un potencial «enorme» para acumular divisas si se vuelve a generar confianza en el uso de pesos y se implementan políticas similares a las planteadas con el FMI, que proyecta reservas brutas de $90,000 millones hacia 2030.

La Productividad: El Gran Desafío

El momento más crucial de la presentación llegó cuando Artana abordó un diagnóstico estructural que frena cualquier plan económico: **la productividad laboral en Argentina no ha cambiado en 50 años**. Mientras otras naciones avanzan, Argentina sigue estancada, con excepciones limitadas. En los últimos 20 años, la productividad ha caído o se ha estancado en sectores clave como la industria y los servicios. Este fenómeno no es aislado; es sistémico.

Artana afirmó que el sector privado está dispuesto a invertir para aumentar la productividad, pero solo si hay reglas de juego claras. Sin embargo, mejorar la productividad podría llevar a una reducción de empleos a menos que existan instituciones laborales adaptadas para facilitar reubicaciones.

El economista enfatizó la necesidad de una «reforma laboral indispensable», destacando aspectos positivos del proyecto gubernamental, como la reducción de costos laborales y un enfoque más flexible en las modalidades de contratación. Sin embargo, advirtió que el éxito de estas reformas dependerá de su apoyo legislativo y del empuje del sector privado para asegurar consenso.

El Empleo: Proyección y Desafíos

Consultado sobre el futuro del empleo, Artana advirtió que no habrá crecimiento sin actividad económica. Aunque el Gobierno anticipa un repunte, la rigidez del sistema actual podría obstaculizar la contratación. Aspectos como los altos costos de despido y la ultractividad de convenios laborales otorgan un poder de veto excesivo a los sindicatos, dificultando mejoras en productividad.

Los sectores que generan más empleo —comercio, servicios y gastronomía— son los más afectados por la falta de flexibilidad laboral. Según Artana, la clave del futuro laboral radica en estos sectores, que representan dos tercios del empleo en el país.

Temores en el Horizonte

Uno de los mayores temores de Artana es que el sector de servicios, el más generador de empleo, aumente su productividad pero sin un marco laboral flexible que facilite la reintegración de trabajadores provenientes de otros sectores. Esto podría resultar en un crecimiento económico sin creación de empleo. Por lo tanto, recalca que **la reforma laboral es esencial para asegurar un crecimiento sostenible**.

Artana cerró con un mensaje claro para los inversores: **si Argentina desea crecer, necesita reglas laborales del siglo XXI. Sin estas reformas, cualquier rebote será efímero y estaremos condenados a repetir los problemas del pasado.**