miércoles, diciembre 3, 2025
InicioSociedadDe padre a superhéroe: cómo vencí la depresión y cumplí mi promesa

De padre a superhéroe: cómo vencí la depresión y cumplí mi promesa

Un viaje de lucha y renacer: La historia de un padre en recuperación

Pablo Rial narra su experiencia con la depresión y cómo logró salir adelante gracias al apoyo familiar y su determinación personal.

Durante un tiempo, me sentí atrapado en la oscuridad de la depresión. Mis días se convirtieron en una lucha constante, y la cama, en mi peor enemiga. Sin energía y deseando que el tiempo pasara rápido, me vi inmerso en dos profundas crisis que me llevaron a buscar ayuda profesional.

Buscando apoyo

Fue entonces que pedí la ayuda que necesitaba, entendiendo que rendirme no era opción, especialmente por el bienestar de mi hija. A medida que asumía la responsabilidad de ser padre, supe que debía cuidar de mi salud mental para no poner en riesgo a mi familia.

Un comienzo turbulento

En mis primeros años como estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas, compaginaba las clases con un trabajo en un mayorista. La presión no venía de mis padres, sino de mis propias ambiciones de ser económicamente independiente y profesional.

Compromisos y sueños

En un acto escolar, mi abuelo me preguntó qué quería ser de mayor. Con la certeza de un joven de 17 años, respondí: «Contador público». Para mí, era el camino hacia una vida estable y respetada.

Desafíos en el camino

A medida que avanzaba en mis estudios, comenzó a lloverme ofertas laborales. Sin embargo, la llegada de mi hija fue un punto de inflexión. La búsqueda de empleo se volvió más urgente, pero las entrevistas se tornaron difíciles y discriminatorias una vez que mencioné mi futura paternidad.

El peso emocional

Después de varios reveses, logré empleo en la Ciudad de Buenos Aires, aunque eso significó sacrificar mi avance académico. Lamentablemente, la depresión resurgió con fuerza en medio del estrés de ser padre y trabajador.

Reconociendo el problema

Con la ayuda de un analista, descubrí que mi tristeza profunda se relacionaba con la pérdida de mi padre cuando era niño. La presión de las responsabilidades y la angustia de ser un buen padre provocó un colapso emocional.

Un paso hacia la recuperación

Finalmente, la crisis me llevó a una internación. Allí, con el apoyo de mi familia, comencé un proceso largo pero necesario para estabilizarme. La contención de mis seres queridos fue vital en mi camino hacia la recuperación.

Resurgiendo con fuerza

Con esfuerzo, volví a la rutina diaria y, aunque el camino fue difícil, recobré el interés por la vida. Logré retomar mis estudios, obtener un nuevo empleo y disfrutar del tiempo con mi hija.

Una nueva etapa

Casi dos décadas después de mi difícil camino, puedo afirmar que he encontrado la paz. He terminado mis estudios y disfruto de los pequeños momentos de la vida junto a mi hija. Siento que he resurgido, y por ahora, eso es suficiente.

RELATED ARTICLES
- Advertisment -

Most Popular

Recent Comments