El sector textil enfrenta una crisis crítica: peticiones de ayuda urgente
Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes, alertó que la industria lleva años en retroceso y necesita medidas inmediatas para mejorar su competitividad.
La industria textil en apuros
La industria textil se encuentra en una de sus peores etapas. Según Rosato, la capacidad instalada no supera el 50%, una situación alarmante que se ha acentuado por el aumento de productos importados. “Los textiles son uno de los sectores más afectados; estamos por debajo del 50%”, enfatizó.
El dirigente aseguró que, a pesar de los apoyos económicos del Gobierno y algunos acuerdos internacionales, las ventas han caído hasta un 50% en los últimos dos años, afectando también a las marcas líderes. Este desplome impacta negativamente en el empleo y en la producción local.
El aumento de importaciones, combinado con la reducción del consumo interno, ha agravado la recesión. “Con más importaciones, Argentina pierde competitividad,” advirtió Rosato. Además, el reciente acuerdo con EE.UU. podría empeorar la situación, especialmente para las pymes que producen bienes con alto valor agregado.
Peticiones para mejorar la competitividad y diálogo con el Gobierno
Rosato hizo un llamado urgente por una ley integral de competitividad que aborde no solo el aspecto laboral, sino también la carga impositiva y los costos que limitan la capacidad de las empresas para competir a nivel global. “En lugar de fomentar la producción local, se están reduciendo aranceles para las importaciones,” afirmó.
Señaló que, mientras las importaciones crecieron un 34%, las exportaciones solo aumentaron un 10%, reduciendo la capacidad productiva nacional.
El líder de Industriales Pymes también criticó la falta de comunicación del Gobierno con el sector. “No hay consultas con las pymes,” indicó, y explicó que ni el ministro Caputo ni el secretario de Producción se han reunido con ellos para debatir estrategias.
Rosato recordó que han propuesto el Régimen de Incentivos para Inversiones (RIPI), diseñado para reducir costos y apoyar la producción local. “Si no se toman medidas, seguiremos perdiendo empresas; en siete años han cerrado más de 30,000,” advirtió.
De cara a 2026, Rosato mantiene expectativas moderadas y pide que el Gobierno priorice a la industria manufacturera en la agenda económica, antes de que la crisis se profundice aún más y cause un mayor daño en el empleo y la actividad económica.
