Australia celebra la eliminación de aranceles en exportaciones a EE.UU.
El gobierno australiano aplaudió la reciente decisión de la administración Trump de eliminar aranceles sobre la carne y otros productos agrícolas exportados a Estados Unidos, lo que podría beneficiar a los productores locales.
La administración de Donald Trump ha decidido dar marcha atrás en los aranceles sobre las importaciones alimentarias, incluyendo carne de res, café y plátanos, una medida que impacta positivamente a los exportadores australianos.
Una medida favor de los productores
El CEO de Cattle Australia, Will Evans, expresó su satisfacción ante la eliminación de aranceles que cobraban un 10% en las exportaciones de carne. Australia exporta cerca de 4 mil millones de dólares en carne de res anualmente a EE.UU., siendo este un mercado clave para su industria.
Implicaciones económicas
El Ministro de Comercio, Don Farrell, destacó que los aranceles eran un «acto de auto daño económico» que repercutía en los consumidores estadounidenses al elevar los precios. La eliminación de estos impuestos se considera un paso hacia un comercio más libre y justo.
Expectativas del mercado
Angus Gidley-Baird, analista de Rabobank, indicó que, aunque los aranceles daban ventajas a los productores australianos frente a competidores como Brasil, la demanda en el mercado estadounidense no cambiaría drásticamente a corto plazo debido a problemas en su producción local.
Reacciones académicas
Expertos como Richard Holden, de la Universidad de New South Wales, comentaron que aunque los aranceles beneficiaban a Australia en relación con otros países, lo ideal sería un sistema de comercio global más abierto. Jenny Gordon, de la ANU, añadió que los efectos indirectos en la economía australiana podrían ser más significativos que los directos.
El resultado de las últimas elecciones en EE.UU. podría indicar que los ciudadanos están reconociendo que las políticas arancelarias no están solucionando el problema del costo de vida.
Una mirada al futuro
Los académicos advierten que, aunque los productores locales podrían haber ganado con los aranceles actuales, es vital evitar un enfoque gubernamental que dependa de tarifas al azar como herramienta de política comercial.
