La selección de Brasil fue derrotada por la de Alemania este martes con un humillante marcador: 7-1. Tras el partido, la Policía brasileña se congregó cerca del estadio para prevenir posibles disturbios.
Aunque varios medios señalan que se han producido disturbios en distintos puntos del país, desde la cuenta de Twitter la organización de la Copa del Mundo se afirma que no ha habido revueltas de ningún tipo.
De acuerdo con el diario ‘El Universal‘, la tensión también se notó en la playa de Copacabana en Río de Janeiro. Después de que el equipo alemán metiera el quinto gol, cientos de personas corrieron hacia las calles de la ciudad desde la playa, lo cual causó pánico entre quienes miraban el partido.