“Las organizaciones sociales son actores fundamentales para el trabajo con las poblaciones más vulnerables y con menos acceso a los servicios de salud”, sostuvo Silvina Arrossi, coordinadora científica del Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino y del Área de Prevención del Cáncer Cervicouterino del INC. “La articulación con ellas va a permitir avanzar en el trabajo conjunto con las mujeres para terminar con el problema del cáncer cervicouterino en la provincia”, subrayo la especialista durante el cierre de la jornada organizada por el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) y el Programa Provincial. Por su parte, la técnica superior en agentes sanitarios y promotora de salud del Centro de Salud de la organización Tupac Amaru de Alto Comedero, Viviana Ávalos, consideró que este tipo de espacios “sirven para volver al territorio a sensibilizar a las mujeres para que puedan acceder a la atención que se brinda desde el Ministerio de Salud”. Y destacó que “nuestra articulación con el sistema de salud público es importantísima porque desde las organizaciones sociales trabajamos con mucha gente que no accede al sistema de salud por distintas razones y nosotros priorizamos esa atención, por eso buscamos todos los medios para trabajar con estos programas”. En ese sentido, otra de las participantes de la mesa e integrante de la Red Puna, Martina Abracaite, indicó que “nosotros tenemos que ser el nexo para que las mujeres puedan llegar al sistema de salud y por eso es que participamos de este espacio. Espero que a partir de este encuentro podamos dar respuesta en forma conjunta entre organizaciones y el Ministerio de Salud y que todo lo que nos propusimos como acciones conjuntas de trabajo se concreten”. Durante el encuentro se elaboró una grilla de acciones futuras que se realizarán en conjunto entre estos actores para fortalecer la llegada a mujeres que, por diversos motivos aún no se realizaron los estudios preventivos. Participaron de la jornada mujeres con amplio trabajo territorial, provenientes de la Asociación Warmi Sayajsunqo; Red Puna; Organización Tupac Amaru; Asociación Juanita Moro; Asociación de Mujeres Indígenas Victoria Ramos; Asociación Casa de la Mujer María Conti; Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy; Kerembai Yambae; Pueblo Guaraní; Consejo de Participación Indígena Pueblo Kolla y Consejo de Participación Indígena Pueblo Tillian, entre otras organizaciones. Además, estuvieron presentes integrantes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación; del Programa Interministerial Primeros Años; del Programa de Salud Indígena de Jujuy; la Dirección provincial de APS; la Coordinación del Móvil Sanitario; de los Consejo Nacional y Provincial de las Mujeres y de la Dirección de Género de la Universidad Nacional de Jujuy. La importancia del acceso a la prevención El cáncer de cuello uterino es considerado un importante problema de salud pública y afecta principalmente a mujeres de entre 35 y 64 años, socialmente vulnerables y que no acceden al sistema de salud. Según detalló la cartera de Salud en un comunicado, en la Argentina, el cáncer cervicouterino es el segundo más diagnosticado entre mujeres. Cada año se diagnostican alrededor de 5.000 nuevos casos y mueren aproximadamente 1.800 mujeres por esta enfermedad. En el 2011, el Área de Prevención de Cáncer Cervicouterino, el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino, y el Ministerio de Salud de la provincia de Jujuy pusieron en marcha la incorporación del test de VPH como tamizaje primario. Esta nueva tecnología que detecta la presencia de ADN de virus del papiloma humano (VPH) de ‘alto riesgo oncogénico’ en las células del cuello del útero posibilita controlar el desarrollo de lesiones incluso antes de que se produzcan.
Prevención del cáncer de útero
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