El neozelandés Lee Weir tenía terminantemente prohibido por su padre mirar la serie animada «Los Simpson» cuando era pequeño.
Hoy, a sus 27 años, las cosas cambiaron. Lee es un fanático de la familia creada por Matt Groening y estuvo «durante un año completo sin probar una gota de alcohol» para ahorrar y así lograr su cometido: tatuarse a Homero Simpson.
Pero no una, sino 41 veces. En el cuerpo de Lee se puede observar al padre de la familia animada más conocida del mundo en sus cientos de versiones