Un incremento sin precedentes en la cantidad de votantes —de siete a casi catorce millones— ha generado una serie de tensiones entre los distintos comandos electorales. La presión se ha hecho palpable en las últimas horas de campaña, donde las propuestas han girado en torno a la necesidad de «ordenar» lo que muchos describen como un país en crisis, teniendo la seguridad como tema central.

Candidatos y sus Propuestas

La actual candidata del oficialismo, Jeannette Jara, ha promovido el mensaje de «estabilidad con derechos», intentando revitalizar la presencia de la izquierda en un contexto político adverso. Por su parte, José Antonio Kast ha hecho hincapié en la «emergencia en seguridad», realzando sus propuestas con un enfoque más duro.

Aspiraciones en un Escenario Competitivo

Otros postulantes, como Johannes Kaiser, se han dirigido hacia el desencanto ciudadano con una mezcla de libertarismo y confrontación cultural, mientras que Evelyn Matthei busca apoyarse en su experiencia política. En este mar de candidatos, Franco Parisi intenta reconstruir un discurso populista que se enfrenta a la élite y al descontento social.

Nuevos Electores y su Impacto

Experts afirmaron que estos nuevos votantes son menos ideologizados, más críticos del sistema político y escépticos respecto a las elecciones. Según Roberto Munita, analista político, esta transformación podría beneficiar a la oposición independientemente del signo político, haciendo que el resultado sea cada vez más impredecible.

Expectativas de Elecciones Reñidas

Las encuestas más recientes reflejan una contienda ajustada: Jara lidera con un 29%, seguida por Kast con 22%, Kaiser con 18%, Matthei con 14% y Parisi con 13%. A pesar de las fluctuaciones, la percepción del electorado coloca a Kast como el más probable vencedor, con un 35% que lo ve como futuro presidente.

Segunda Vuelta: Un Camino Difícil

El 14 de diciembre se llevará a cabo la segunda vuelta, donde Jara enfrenta desventajas significativas: pierde frente a Kast por 11 puntos y a otros candidatos por márgenes similares. El gobierno, por su parte, ha reconocido que este escenario no es necesariamente indicativo de un apoyo sólido a favor de un partido, sino fruto de un descontento generalizado.

La Seguridad como Prioridad Nacional

La creciente preocupación por la seguridad ha influido fuertemente en las campañas. El aumento en los delitos y la presencia del crimen organizado han hecho que las propuestas de control y orden se conviertan en el eje central del debate político.

El Voto Obligatorio y sus Consecuencias

El voto obligatorio ha permitido la inclusión de un segmento de la población que no participó en elecciones previas, lo que representa una variable decisiva. Según Magdalena Browne, este nuevo electorado es escéptico y reacciona principalmente a ofertas contemporáneas, añadiendo un nivel de incertidumbre al proceso electoral.

La Economía como Factor Clave

La situación económica también juega un papel fundamental. La expectativa de un crecimiento cercano al 2,5% se encuentra por debajo de las necesidades de una población que busca respuestas efectivas a sus inquietudes. Esto ha hecho que el electorado se posicione más en niveles socioeconómicos medios-bajos, complicando aún más el panorama electoral.

Un Clima Electrónico de Confrontación

La competencia se ha intensificado en las redes sociales y en actos territoriales, reflejando un panorama donde cada candidato intenta demostrar su capacidad para canalizar el descontento ciudadano. Kast, representando las voces de la oposición, ha expresado su preocupación por lo que él considera una falta de escrúpulos en el oficialismo, acentuando el clima de confrontación en esta crucial fase final de campaña.