La actual desaceleración de la economía latinoamericana, en especial por el estancamiento de la actividad económica de la Argentina y Venezuela, hace peligrar los logros de la última década en materia de reducción de pobreza e incremento de la clase media, apuntó ayer el economista jefe del Banco Mundial (BM) para Amércia Latina, el ecuatoriano Augusto de la Torre. «Latinoamérica está en plena desaceleración», alertó y continuó: «no podemos afirmar, sin embargo, que el nivel de crecimiento está en su punto más bajo ni a qué tasa de crecimiento nos vamos a recuperar». De la Torre habló durante una conferencia de prensa en la que presentó el informe «Desigualdad en una América Latina en bajo crecimiento» del BM. Las últimas previsiones del PBI del organismo multilateral comunicadas ayer sitúan un crecimiento regional estimado del 1,2 % para 2014 y del 2,2 % para 2015 como consecuencia, subrayó, de las recesiones de Argentina y Venezuela y la baja expansión de Brasil. De la Torre señaló que las tasas de crecimiento de la década pasada, en torno al 4% ó 5% al año, no regresarán y anticipó que es más realista apuntar a un crecimiento medio para la región de alrededor del 3 por ciento. En este sentido, consultado sobre la particularidad de la economía argentina, consideró que el país aún puede tener «espacio» para una nueva devaluación, siempre y cuando esa medida no resulte inflacionaria. Y puso especial énfasis en remarcar que la prioridad de la Argentina debería ser dar «un golpe de timón» para normalizar la relación con la comunidad financiera internacional y volver a los mercados. «En la medida en que la depreciación no se vaya del todo a la inflación, la Argentina a lo mejor tiene espacio para sostener la demanda agregada con uso de la moneda, pero todo va a depender de la conexión estrecha de la depreciación y la inflación», evaluó. Y completó: «Si cada vez que devaluás tu moneda todo se va a los precios, no ganás nada». De la Torre también reparó en la crisis de la deuda, que llevó al país a un default selectivo y a agudizar su falta de financiamiento e inversiones por el incumplimiento del Gobierno con la sentencia del juez Thomas Griesa a favor de los holdouts. A su criterio, sería «más fácil para la Argentina si no tuviese el problema del acceso al financiamiento». En su análisis, dijo que como no hay claridad en la reinserción en los mercados internacionales, «la gente tiene expectativas que pueden agravar las cosas porque pueden tomar posiciones defensivas, tomar posiciones en dólares, sacar los capitales del país, lo que en el fondo sigue agravando el margen de maniobra». Entonces, resumió el economista, «un golpe de timón que reestablezca y normalice el financiamiento es un paso clave para abrir espacios de maniobra». Ayer también, un informe del FMI proyectó que el país seguirá en recesión durante todo 2015. El organismo ratificó que el PBI caerá un 1,5% el próximo año y subrayó que la inflación «continúa elevada». Fuente: Infobae.com
El Banco Mundial pide a la Argentina «dar un golpe de timón»
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