Ricardo Fort era un apasionado por la actuación. Más allá del perfil mediático que se le conoció en su vida, el millonario era un enamorado del teatro, el cine y las series. Justo dos años antes de su fallecimiento, en 2011, se conoció con Pablo Yotich, un joven y prometedor director de cine, quien le llevó un personaje a su medida para la película «Cuatro de Copas» que estaba por empezar a rodar.
«La verdad es que yo no lo conocía a Ricardo, solamente tenía la imagen mediática, pero el personaje era justo para él porque es la contracara de lo que era su vida. Ricardo hace de un indigente, experto en artes marciales y que vive en una pocilga. Lo llamé para contarle la idea, se tomó un avión, tuvimos una reunión y se re enganchó con la peli», dice el director a DIARIO POPULAR.
-¿Cómo fue ese primer encuentro?
Bárbaro. Se tomó un avión y no paraba de hablar. La verdad es que yo tenía una imagen de él y cuando lo conocí me sorprendió. Un tipo ubicado, que sabía perfectamente donde estaba parado y el mundo que lo rodeaba. Se enganchó enseguida con la peli y hasta teníamos dos proyectos más juntos que lamentablemente no llegamos a realizar. Es una pena que no pueda estar vivo para verse en el estreno. De paso aclaro que en noviembre íbamos a hacer una función de prensa para mostrarla pero yo no quiero, porque justo se cumple el año de su muerte y no quiero que piensen que lo utilizo para vender la peli. El no lo merece.
-¿Cómo fue la experiencia de filmar?
Fue genial. El día que le tocó filmar a él llegó al set con todo su séquito, rodeado de personas. La verdad es que él no tenia el oficio del cine, no sabía lo que significada estar 12 horas grabando. Encima sus escenas fueron las últimas que se grabaron, con lo cual llegamos casi sin energías. Ese día empezamos a las siete de la tarde y a las tres o cuatro de la mañana Ricardo empezó que se quería ir. Ahi le dije: «Es simple, lo que resta lo puedo resolver sin vos. Si querés andate». Pero se quedo toda la peli y con la mejor onda. A mi me tocó un poco el papel de ponerle los puntos, pero siempre encontré respeto del otro lado.
-¿Y profesionalmente?
Profesionalmente me encontré con un tipo pasional, comprometido, que no solo venía y laburaba, sino que además promocionaba la película. Estaba muy encima de la peli, tenía el alma de productor. Y como ser humano me pareció un tipo bárbaro. Creo que había mucho más prejuicio en el otro que en él. Se puso a mi disposición, jamás me discutió algo. Opinábamos, intercambiamos ideas, pero siempre sabía que el director era yo.
-Se habla mucho de su participación. ¿Son escenas pequeñas?
Al contrario de lo que piensa mucha gente, él tiene cuatro escenas largas, es casi media hora de la peli en la que está Ricardo en escena. No es que su personaje lo podría hacer cualquiera, era un laburo y lo hizo. El no hace de Fort, su personaje es experto en artes marciales y contratamos un profe que le dio clases para entender un poco más de que se trata el tema. El vino a trabajar como actor y lo hizo.
-¿Para cuándo es el estreno?
El estreno comercial está cerrado para febrero. Por suerte logramos cerrar con las mejores salas, vamos a estar en los espacios del INCAA, en los Village, en los Hoyts. Tengo muchas expectativas y espero poder comunicarme con la familia de Ricardo para invitarlos al estreno. El hubiese querido que estén.
Cuatro de Copas: acción, suspenso y risas
Cuatro de Copas es la película dirigida por Pablo Yotich. El film cuenta la historia de tres amigos (Yotich, Zucarini, Sedano) de la infancia quienes luego de una noche de alcohol, se ven envueltos por error en el secuestro de la ex novia de uno de estos. Acosados por un corrupto policía, perseguidos por una banda de mafiosos paraguayos tienen solo 24 hs. para rescatarla y salvar sus vidas. Además de Ricardo Fort, en la película participan Federico Luppi, Gerardo Romano, Roberto Peña, Gabriela Sari, Toti Ciliberto y Miriam Lanzoni. «Mi idea es filmar la segunda parte, depende mucho como le vaya a la primera, pero estoy seguro que es una linda película», cuenta su director.
Además el film tiene una particularidad poco utilizada en las películas nacionales y es que algunos tramos tienen imágenes animadas. «Fue una decisión que no estaba prevista desde en un primer momento, pero me junté con los animadores y aprovechamos el recurso. A mi me gustó mucho y ya lo estoy pensando para otras pelis, el público argentino no se si está tan acostumbrado a verlo y está bueno poder abrirle la cabeza a la gente en ese sentido», cuenta.
Una de las cosas más interesantes de la peli, es que los actores hacen roles muy diferentes a los que la gente está acostumbrado a ver. Desde un Fort que vive en la indigencia, pasando por Federico Luppi hablando toda la película en guaraní y Roberto Peña interpretando a un paraguayo excelente.