El penitenciario que custodiaba a un contador condenado a 40 años de prisión por violaciones que se fugó en agosto durante una salida transitoria en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, y que mintió al declarar que lo habían dopado con una empanada, fue detenido como sospechoso de haber facilitado la fuga. Fuentes judiciales informaron que la detención del efectivo Ricardo Kemerer fue dispuesta por el fiscal de Morón Claudio Oviedo, luego de que llegaran los resultados de los estudios de sangre del imputado. Kemerer había declarado ante la Justicia que el día de la fuga de Walter Alberto Brawton (42), mientras él lo vigilaba en la casa de su hermana en Mariano Acosta, la familia le convidó una empanada y se quedó dormido, por lo que presumía que le habían colocado algún tipo de sedante. El fiscal Oviedo -quien investiga la fuga- ordenó extraerle muestras de sangre a Kemerer para comprobar si realmente había sido sedado con alguna sustancia y los resultados de esos análisis ahora determinaron que el penitenciario no presentaba ningún tipo de droga en sangre. Por ello, el fiscal dispuso la detención del penitenciario ante la sospecha de que inventó la historia de la empanada con somníferos porque se quedó dormido en un acto de negligencia, o porque fue cómplice en la fuga. El penitenciario quedó detenido por «facilitación de evasión», delito que el artículo 281 del Código Penal castiga con pena de un mes a cuatro años de prisión e inhabilitación. Como se trata de un delito excarcelable, los voceros creen que, luego de su indagatoria, Kemerer podría recuperar su libertad. En pocos días, Brawton va a cumplir tres meses prófugo desde que el 17 de agosto se escapó cuando, en una salida extraordinaria autorizada por la Justicia, fue trasladado del penal de Ituzaingó a la casa de una hermana en la mencionada localidad del partido de Merlo, para ir a visitar a su madre enferma. El Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense ofrece 300.000 pesos de recompensa para quienes aporten datos que permitan recapturar al contador condenado por nueve ataques sexuales cometidos entre enero y marzo de 2005 en distintas localidades de la zona oeste del conurbano, con víctimas que tenían entre 17 y 23 años. En 2009, Brawton fue condenado a 40 años de cárcel por seis hechos de «abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma», un caso de «abuso sexual con acceso carnal», otro de «abuso sexual agravado por el uso de arma en grado de tentativa»; y el restante por «abuso sexual con acceso carnal y agravado por el uso de arma en grado de tentativa». El tribunal también le atribuyó nueve hechos de «rapto» a bordo de su auto Honda Civic y dio por acreditado que siempre utilizó preservativos y gel íntimo para consumar los abusos. Los nueve hechos atribuidos al contador fueron cometidos el 5, 12, 14 y 26 de enero; el 7, 23 y 25 de febrero; y el 3 de marzo; todos en 2005; en Loma Hermosa, Merlo, San Alberto, Castelar, Moreno e Ituzaingó, en la zona oeste del conurbano, con víctimas que tenían entre 17 y 23 años. Brawton, mientras cometía los ataques, vivía junto a su esposa y dos hijos en Marcos Paz y trabajaba como contador para una concesionaria de autos. El condenado fue detenido por la policía el 3 de marzo de 2005, en Ituzaingó, cuando quiso abusar de una odontóloga y ésta se resistió a pedradas. Una de las víctimas, tras conocerse el fallo, dijo que siempre va a estar agradecida a esa mujer que se enfrentó a Brawton y permitió que lo apresaran.
Detienen a un penitenciario por la fuga de violador condenado a 40 años de prisión
Que opinas? Deja tu comentario