Ante académicos, estudiantes de cátedras latinoamericanas y miembros de la comunidad argentina, se analizó la vigencia de la obra del autor de Rayuela y el lugar que ocupa en la historia de la literatura latinoamericana y mundial. También se leyeron textos de Cortázar y una rayuela, dibujada en el piso, recibió al público a la entrada de la Residencia Oficial. A cien años de su nacimiento, un panel de expertos evocó ayer, junto a la Embajadora Alicia Castro, la figura y obra de Julio Cortázar (1914-1984). Jason Wilson, profesor emérito de University College London, especialista en literatura latinoamericana, analizó la recepción que tuvo la obra de Cortázar en el Reino Unido y sus vínculos con la tradición literaria británica, destacando a Rayuela como “la novela más importante del boom latinoamericano”. “Se convirtió en una guía para generaciones de jóvenes en toda Europa”, afirmó el especialista. Ben Bollig, profesor de literatura hispanoamericana de la Universidad de Oxford, centró su exposición en obras menos conocidas de Cortázar que, según el académico, “invitan a repensar la lógica del mundo”: Historias de Cronopios y de Famas, Fantomas contra los vampiros multinacionales –la incursión de Cortázar en la novela gráfica con eje en su militancia por los derechos humanos- y Los autonautas de la cosmopista, libro escrito dos años antes de su muerte en 1984, junto a su última compañera, Carol Dunlop. Por último, el argentino Mario Goloboff, ensayista, docente universitario y el más reconocido biógrafo de Cortázar, repasó la vida, obra y contexto histórico del célebre escritor, señaló los hitos de su carrera y recordó, particularmente, su compromiso con las revoluciones populares latinoamericanas, sus viajes a Cuba y Nicaragua, así como sus manifiestos contra la dictaduras militares de Argentina y Chile. “Cortázar fue un hombre que luchó de forma constante por salirse de las formas y reinventar los géneros”, afirmó Goloboff, quien viajó desde Argentina a Londres especialmente para el evento. «En Rayuela uno puede advertir que Cortázar cree en un ser humano hecho para la felicidad»-recordó la Embajadora Castro- » y nos invita a indagar los vínculos entre poesía y revolución». Por su parte, a la hora de las intervenciones del público, la Embajadora de Nicaragua recordó la relación de Cortázar con la revolución sandinista y el amor que le tiene el pueblo de su país. Entre las presentaciones de los panelistas, el actor británico Daniel Kelly recitó e interpretó dos textos de Cortázar: Instrucciones para subir una escalera y Continuidad de los parques. La hija de Edith Aron, inspiradora de “la Maga”, estuvo presente entre el público. Por último se ofreció una cena a los disertantes y a un grupo de académicos británicos, que expresaron su firme interés de que Rayuela sea traducida en Gran Bretaña. Este homenaje forma parte de la agenda que lleva adelante la Embajada para difundir la cultura argentina y promover el diálogo con la sociedad británica.
Homenaje a Cortázar en Londres
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