El partido Reform UK está preparando una serie de propuestas que podrían cambiar drásticamente el panorama económico del Reino Unido, incluyendo la eliminación de beneficios para los ciudadanos europeos. Esta estrategia, presentada por Nigel Farage, plantea un reto a la relación post-Brexit con la Unión Europea.

Propuestas que Pueden Cambiar las Reglas del Juego

Entre las medidas anunciadas, se incluye la obstrucción del acceso de los ciudadanos de la UE al crédito universal. Esta decisión no solo rompería el acuerdo comercial post-Brexit, sino que también abriría la puerta a posibles represalias por parte de Bruselas.

Impacto Económico Potencial

Farage argumenta que estas políticas podrían generar ahorros anuales de £25 mil millones, suficientes para cubrir el déficit previsto en el próximo presupuesto del Partido Laborista. Sin embargo, expertos advierten que afectar unilateralmente el acuerdo con la UE podría desencadenar restricciones comerciales perjudiciales para la economía británica.

Recortes en Ayuda y Aumento del Surcharge de Salud

Entre las propuestas se incluye una drástica reducción en la ayuda al desarrollo, limitándola a £1 mil millones anuales, lo que representa una caída del 90% respecto al nivel actual. Además, el partido plantea casi triplicar el coste del recargo sanitario para residentes no británicos, de £1,035 a £2,718, estimando que esto podría aportar £5 mil millones al presupuesto nacional.

Críticas y Reacciones

El paquete de medidas es presentado como un modo de priorizar a los ciudadanos británicos, pero también enfrenta críticas. La eliminación de derechos previos acordados podría empujar a la reciprocidad en medidas que afecten a británicos que residen en la UE.

Desde Reform UK, se sostiene que las políticas celebradas por Farage están pensadas para equilibrar las cargas económicas del país, rechazando la idea de que tales recortes afecten a los ciudadanos británicos.

Desafíos Futuros y Debates en Curso

Un portavoz del Partido Laborista argumentó que los cálculos de Farage son poco realistas y que sus políticas podrían provocar un incremento de precios en los comercios británicos debido a una potencial guerra comercial con Europa, lo que podría perjudicar tanto a trabajadores como a negocios locales.

Las propuestas de Reform UK, aunque prometedoras en términos de ahorro fiscal, despiertan un debate intenso sobre su viabilidad y las repercusiones que podrían traer no solo para el sistema económico británico, sino también para las relaciones diplomáticas en la región.