En su diálogo con Canal E, Fernández explicó que el mercado cambiario argentino es lo suficientemente pequeño como para que cualquier intervención del Gobierno tenga un impacto significativo. Resaltó que, a pesar de las medidas cautelosas del presidente, cualquier acción de compra por parte del Estado podría alterar el valor del dólar. Afirmó que “el mercado de cambios es muy chico; si entra un pez gordo como el Gobierno a comprar, se mueve el tipo de cambio”.

Reservas y Deuda: Una Estrategia Necesaria

El economista sostiene que el Gobierno debería continuar con la compra gradual de divisas. Esta acción no solo depende del monto, sino también de la señal que envía a los acreedores, enfatizando que “el bonista espera que el Gobierno compre reservas”. Además, recordó que la capacidad para demostrar voluntad de pago es crucial, aunque los países no paguen su deuda en efectivo.

Fernández mencionó que las empresas argentinas están recuperando su acceso a los mercados internacionales con tasas que oscilan entre el 8% y el 8,5%. En este contexto, destacó la importancia de que el país muestre disciplina financiera. Ante la activación del swap con Estados Unidos y la llegada de fondos del Tesoro, sugirió que “tenemos que empezar a comprar, aunque sea algo testimonial… 20 ‘palos’ por día, lo que sea, pero comenzar a acumular”.

Percepción Internacional: ¿Qué piensan los inversores sobre Argentina?

Al abordar la percepción de Argentina en el ámbito internacional, Fernández subrayó que el país es visto como altamente inestable y sujeto a cambios políticos drásticos. “Acá se va del centro-derecha al centro-izquierda o a la izquierda, y son políticas totalmente diferentes”, comentó, resaltando la volatilidad institucional en comparación con naciones vecinas como Perú o Colombia.

A pesar de estos desafíos, el economista celebró el reciente alineamiento diplomático con Estados Unidos. Sin embargo, advirtió que el nuevo acuerdo bilateral parece ser “más favorable para Estados Unidos que para Argentina”. Aun así, destacó que los mercados valoran esta señal y esperan un avance en consensos internos, mencionando la necesidad de estabilidad jurídica y reglas claras.

“Yo quiero venir a poner 50, 100 o 200 palos, pero necesito seguridad jurídica, porque después me quiero llevar la plata”, concluyó Fernández, subrayando que la previsibilidad y estabilidad regulatoria son esenciales para atraer inversiones sostenibles al país.