Alrededor de 1.300 ciudadanos ejercen legalmente en Uruguay como cultivadores domésticos de marihuana destinada al autoconsumo, informaron hoy a Efe fuentes de la Junta Nacional de Drogas (JND).
El Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) inició el pasado 27 de agosto el registro de autocultivadores de cannabis después de que el Parlamento uruguayo legalizó en diciembre de 2013 la producción y venta de esta droga para luchar contra el narcotráfico.
Se entiende por cultivo doméstico de cannabis psicoactivo el realizado por personas que, estando destinado al uso personal o compartido en el hogar, no supere las seis plantas y el producto de la recolección de la plantación no exceda los 480 gramos anuales.
Así, todo ciudadano uruguayo o residente permanente en el país que desee cultivar marihuana en su casa puede acudir a una oficina de Correos y solicitar una licencia de productor.
Además, actualmente seis son los clubes «cannábicos» que se encuentran tramitando su permiso para funcionar ante el IRCCA.
Estos clubes de membresía podrán contar con entre 15 y 45 socios y solo podrán acoger como miembros a aquellas personas físicas, capaces, mayores de edad, ciudadanos legales o naturales uruguayos, o que cuenten con la residencia permanente.
La producción está limitada a 99 plantas de cannabis por cada club y la producción y acopio no puede superar los 480 gramos anuales por socio.
Adicionalmente, no se puede entregar más de esta cantidad a cada uno de ellos y deberán dejar constancia de la entrega realizada e informar mensualmente al IRCCA.
Por otro lado, la próxima semana se darán a conocer los nombres de las cinco empresas que recibirán la licencia para producir la marihuana que se comercializará legalmente en el país, ya que todavía queda pendiente la implementación de la producción a gran escala, controlada por el Estado, para su venta en farmacias.
Una vez adjudicadas las licencias, las empresas deberán instalarse en el predio -propiedad del Estado- que se acondicionó en el departamento de San José, en el centro sur del país, para posteriormente comercializar el cannabis en farmacias que hayan obtenido la correspondiente licencia por parte del IRCCA.
En el caso de prosperar el proceso, esta sustancia solo se venderá en farmacias y cada usuario, previamente registrado, podrá adquirir hasta 40 gramos al mes a un precio de menos de un dólar.
La ley prevé que cada usuario solo pueda estar registrado en una de las tres modalidades: como autocultivador, como socio de un club de membresía o como comprador en farmacias.
EFE