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El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, pidió un peritaje al ministro de la Corte Suprema, Carlos Fayt, para saber si a sus 97 años «conserva idoneidad» necesaria para continuar en su cargo.
Temprano y antes de ingresar en la Casa Rosada, el funcionario defendió nuevamente este viernes la postulación del joven abogado penalista, Roberto Carlés, al máximo tribunal.
El letrado es cuestionado por la oposición no solo por sus críticas hacia los dirigentes que no son kirchneristas sino también por su poca experiencia en la carrera judicial. Tiene 33 años.
Sostuvo que «hay que tener una Corte como corresponde, con cinco miembros». E incluso recordó que él cuando era senador pidió a la Comisión de Juicio Político del Congreso que haga pericias para determinar si «Fayt, a sus 97 años, conserva su idoneidad».
Fayt es cuestionado por el kirchnerismo justamente por su edad. Según el artículo 99 de la Constitución Nacional reformada en 1994, cuando un magistrado cumple los 75 años el Presidente de la Nación debe sustituirlo o bien mantenerlo en el cargo con un nombramiento que no puede extenderse por más de cinco años. Todo cambio debe realizarse con la aprobación de dos tercios del Senado.
Pese a que el magistrado superó hace 22 años el tope permitido por la Carta Magna, permanece en su cargo por cuestiones legales. Él, al igual que el fallecido Enrique Petracchi, fueron nombrados en 1983 por el entonces presidente Ricardo Alfonsín, mucho antes de que la Constitución Nacional fuera reformada. Es por ello que, según los propios fallos de la Corte de 2004, el artículo modificado no los afecta a ellos.
A Aníbal Fernández también se le preguntó sobre la denuncia de la oposición respecto de que el Gobierno propuso a Carlés como miembro de la Corte para «distraer la atención» por el impacto político de la muerte del fiscal Alberto Nisman. «Es una estupidez como de costumbre, no se les cae una idea ni a garrotazos», señaló irónico.
Rechazó así las acusaciones de la oposición. «No queremos imponer al reemplazante. Imponer es algo que uno quiere hacer por la fuerza y sin derecho, pero en realidad es la propia Constitución la que dice como se seleccionan los jueces», añadió.
Para elfuncionario kirchnerista algunos intentan «sacarle ventaja a la politiquería».
«Julio Oyhanarte cuando asumió en la Corte con (Arturo) Frondizi tenía 37 años y tenía una cabeza bien puesta y pensaba criteriosamente sobre lo que significa crecer a la par de la importancia de la tarea que tiene que llevarse a cabo», señaló.
En este sentido, el funcionario blanqueó la intensión del Poder Ejecutivo de ubicar en ese lugar una persona cercana a la ideología de la Casa Rosada. «Oyhanarte decía: uno tiene que tener capacidad intelectual, tener sensibilidad política y cabeza de estadística, y además tener afinidad con el Gobierno, que eso no significa ser sumiso», enfatizó.
