Es que consideraron que asesoró y colaboró con el portero deshaciéndose de un morral de la víctima y ayudándolo a enmascarar las heridas que se cree le hizo a Mangeri la chica en su defensa, informaron hoy fuentes judiciales. El pedido fue formulado por los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes ante el juez de Instrucción 17 porteño, Javier Ríos – quien instruyó la causa por el crimen-, aunque se definirá si el expediente queda ahí o recae en la jueza Yamile Bernan. Este planteo, aunque con pedido de detención, los fiscales lo habían realizado en la quinta audiencia del juicio oral por el crimen de Ángeles, cuando Saettone, mayor de la Policía bonaerense, declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9. En esa oportunidad, los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas rechazaron la detención de Saettone y explicaron que ellos no eran órgano para recepcionar esa denuncia. Por eso, Fiszer y Abraldes insistieron para que se indague a Saettone por «falso testimonio» y «encubrimiento agravado por tratarse el delito precedente especialmente grave y ser el autor un funcionario público», con pena de uno a seis años de prisión. Saettone se transformó en testigo clave cuando se presentó a declarar ante el juzgado de Ríos para decir que el viernes 14 de junio de 2013, horas antes de que quede detenido, Mangeri lo fue a ver a su trabajo de custodio en la planta de Ford de la localidad bonaerense de General Pacheco. Aseguró que le dijo que lo habían «amenazado» para que se hiciera cargo del crimen de Ángeles y que quería estar «en el monte», pero que cuando le preguntó si tenía algo que ver con el hecho, Mangeri contestó que no y le preguntó qué haría él si así fuere y respondió: «Te meto preso». Para los fiscales, el policía mintió y supo que Mangeri había asesinado a Ángeles desde el mismo día del crimen, cuando la noche del lunes 10 de junio el encargado del edificio de Ravignani 2360 de Palermo fue a buscar a su esposa Diana Saettone a la casa de sus suegros, en Talar de Pacheco, a pocas cuadras de donde vive él. «Resulta altamente probable que esa noche del 10 de junio de 2013, en la zona de la casa de los padres de Diana Saettone, se haya gestado y diseñado un plan para lograr la impunidad de Jorge Néstor Mangeri», dicen los fiscales en el escrito al que Télam tuvo acceso. Una de los hechos que le imputan a Saettone es haber colaborado en deshacerse del morral que Ángeles llevaba cuando desapareció, en cuyo interior se encontraba el cuaderno de comunicaciones del colegio que fue hallado la madrugada del 13 de junio 2013 por un recolector de basura, en avenida General Paz y Panamericana. «La ubicación del hallazgo no resulta un dato menor, dado que se trata de una zona que, si bien no es cercana, sí constituye un perímetro de circunvalación próximo al lugar donde se movía Cecilio Antonio Saettone», señalan los fiscales. Además, los fiscales relacionan el hallazgo del cuaderno con un llamado telefónico que esa noche recibió el suboficial Saettone desde la casa de Susana «La Colo» Saettone, hermana de Diana y otra de sus primas. «Estaban confirmando que el cuaderno de la púber ultrajada y muerta, ya había sido descartado», dice el escrito. Fiszer y Abraldes indican que «no es materia de discusión» que el viernes 14 de junio Saettone y Mangeri se reunieron en Pacheco, pero consideran que el encuentro no fue breve, ya que la tarjeta SUBE del portero indica que tomó el colectivo a las 13 y regresó a las 17.05. Para los fiscales, ambos mintieron sobre el motivo de esa charla y consideraron que Mangeri tenía «la necesidad de recibir más y mejores consejos». También sospechan que el policía pudo haber ayudado en «el enmascaramiento de las lesiones que presentaba Mangeri por las defensas esgrimidas por Ángeles Rawson».
Piden la indagatoria del primo de Mangeri por encubrimiento
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