El lunes al mediodía, Alejandro, de 17 años y oriundo de San Juan, decidió disfrutar de un día en la playa junto a sus hermanos y primos. Sin embargo, la tragedia golpeó cuando todos fueron arrastrados por una fuerte corriente. Pasaron 48 horas desde su desaparición y la incertidumbre se vuelve insoportable.

Un Rescate Heroico

Francisco Boldo, un obrero de la construcción chileno, fue el primero en actuar. Al escuchar los gritos de auxilio de la madre de los jóvenes, se lanzó al mar en un intento desesperado por salvarlos. «Vi a Alejandro hundirse delante mío. No pude ayudarlo», confesó, visiblemente afectado por la situación.

El Peligro del Mar en Cuatro Esquinas

La zona donde ocurrió el incidente, Cuatro Esquinas y Avenida del Mar, es conocida por atraer a muchos turistas argentinos. A pesar de un cartel que advierte que el área es «no apta para baño», muchos eligen desafiar las advertencias. En esta época del año, la playa sigue sin la presencia de salvavidas, reforzando el riesgo para quienes deciden ingresar al agua.

La Búsqueda Continúa

Más de 150 rescatistas, apoyados por drones y embarcaciones, están involucrados en las labores de búsqueda, coordinadas por la Armada de Chile. Este miércoles, se sumaron 25 pescadores y marinos a la misión, abarcando un radio de aproximadamente cuatro kilómetros desde el lugar donde Alejandro desapareció.

Francisco Boldo, quien logró rescatar a cuatro de los jóvenes, lamentó la falta de recursos durante el rescate: «Vi donde se hundió Alejandro. No había ni un bote cerca. Me dio impotencia estar ahí, flotando, esperando auxilio».

Familiares Aguardan Información

Alejandro, que estudia en el Liceo Gabriela Mistral de La Serena, había recibido a sus primos en visita. Mientras tanto, su familia ha montado una carpa en la playa para seguir de cerca las actividades de rescate, manteniendo la esperanza de encontrarlo con vida, aunque el coordinador de salvavidas de La Serena, Sergio Órdenes, advierte que las posibilidades son cada vez más escasas.

Sus compañeros y docentes han formado cadenas de oración, uniendo sus voces en la espera de noticias esperanzadoras.