El estreno del servicio de llamadas gratuitas de Whatsapp merece considerarse el suceso más relevante del año en el negocio de las telecomunicaciones. Su trascendencia es colosal. Son miles de millones los que ahorrarán sus usuarios y los que dejarán de ingresar los operadores tradicionales.
Poco importa que ya existieran herramientas similares, con prestaciones idénticas, como el Skype de Microsoft, el Hangout de Google o el Viber de Rakuten. Por su dimensión y popularidad, el caso de Whatsapp es diferente.
Los más de 800 millones de usuarios intensivos de la plataforma de Facebook conforman un argumento demoledor. Las cuentas de las compañías de telefonía ya están escaldadas por el efecto Whatsapp. El maná de los mensajes cortos (SMS) dejó de serlo cuando la gente utilizó la aplicación de moda. Ese varapalo tiene todos los visos de encontrar continuidad con unas llamadas gratuitas que añaden valor a los smartphones.
Sin anuncios ni alharacas promocionales, el terror de las telecos gana adeptos cada segundo. Si antes se retardaba la conexión una vez excedido el límite prefijado de datos, ahora éstos pasan por caja. Las telefónicas no compensarán con sus tarifas planas el menoscabo de la llamadas de Internet, en parte porque los usuarios aprenderán a hacerlo sólo en entornos WiFi, sin consumir sus datos. Los gigantes del sector tienen el susto en el cuerpo. Y con razón.
Quien pruebe la eficacia del nuevo servicio en sus desplazamientos internacionales, a través de las conexiones WiFi, nunca más volverá a llamar como lo hacía hasta la fecha.
El primer paso de un largo camino ya está dado. La proveedora de servicios «online» carece de obligaciones de calidad, al contrario que las telecos, pero eso no impedirá que el sonido mejore y que dejen de incomodar los ecos, timbres metálicos y desconexiones. La chispa ya está prendida. Tiembla el orden establecido. Quien ponga en duda la revolución de las llamadas de Whatsapp es que todavía no las ha probado. Y esto solo acaba de empezar.
Fuente: http://www.eleconomista.es/tecnologia/noticias/6692820/05/15/Antonio-Lorenzo.html#.Kku8XxlhMNqaCf8