Scioli, Macri y Massa con Tinelli

Los principales candidatos presidenciales, Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, fueron el plato fuerte del regreso de Marcelo Tinelli en 2015 a la televisión, y su programa ShowMatch. Los presidenciales, presentados sobre la medianoche, tras una extensa presentación de gran despliegue que incluyeron algunas celebridades y una parodia de la película Forrest Gump, concurrieron con sus respectivas esposas, que se mostraron mucho más sueltos que ellos, que además debieron mostrarse despreocupados con las parodias de sus imitadores, un clásico de Tinelli. En general, los tres intentaron lucir desacartonados: Macri, por ejemplo, bailó con su imitador; Scioli dejó que su mujer, Karina Rabolini, hiciera lo propio con el suyo, y Massa, que se mostró como el más formal de todos, aunque sin perder el humor. El candidato del Frente para la Victoria, el primero presentado por Tinelli, entró ganador haciéndole un guiño al directivo de San Lorenzo: «Después de 30 años (que se conocen), vos soñando presidir la AFA, y yo con presidir la Nación», le dijo. Macri, en tanto, también en compañía de su mujer, Juliana Awada, fue el que lució el look más juvenil, casi adolescente: jeen gastados, camisa fuera del pantalón, zapatillas de lona y, el único toque formal, saco azul. Los puntos fuertes de ese segmento fueron cuando reiteró sus bailes de candidato exitoso con su imitador, y con el grupo de «ciclistas» con bicis amarillas que daban vueltas alrededor del ex presidente de Boca. A último turno, Massa, en compañía de Malena Galmarini, dejó intrigado a Tinelli, adelantándole «una tarea» que le encomendaría antes de concluir su sketch: lo desafió a realizar en su programa el debate electoral antes de octubre. Para no ser menos que Scioli, Massa se refirió a las aspiraciones del conductor de dirigir la AFA: le recomendó que «siga para adelante» pese a las críticas, y prometió como «futuro presidente» que los argentinos tendrán «un Fútbol para todos de calidad y sin tanta propaganda política». Todos tuvieron sus minutos para enviar sus mensajes proselitistas: ninguno se salió del libreto habitual, el que se les escucha todos los días: Scioli, poniendo el eje en los logros económicos; Macri prometiendo «que se puede ir por más», y Massa que mantendría los programas sociales y el pago a jubilados, haciendo blanco con la inseguridad y la corrupción.