Sergio Urribarri se convirtió hoy en el primer precandidato del oficialismo en tomar nota del «acto de humildad» que pidió Cristina Kirchner la semana pasada para depurar una interna demasiado poblada. El entrerriano resistió cuatro días el mensaje que el viernes repitió Carlos Zannini al pleno del PJ hasta que hoy decidió hacerse cargo del reclamo: «Interpreto claramente su mensaje y por este medio estoy comunicando mi declinación a mi precandidatura presidencial», dijo.
En un extenso comunicado, el gobernador refrendó su respeto al «liderazgo» de la Presidente. «Nunca estuvo en duda mi pertenencia a este espacio político y por lo tanto tampoco debe estar en duda que no seré obstáculo ninguno para que el FPV presente la propuesta electoral más competitiva y representativa que permita ratificar el rumbo que permitió a la Argentina reconstruirse sobre las cenizas», indicó.
«A ese proyecto pertenezco y lo seguiré haciendo desde el lugar en que sea más útil. Porque este es el proyecto que me permitió ser gobernador mi provincia y ser reelecto con el 57% de los votos; eso fue posible porque, Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández de Kirchner después, tomaron las decisiones políticas que nos permitieron esa transformación», señaló.
Urribarri agradeció a todos los dirigentes que respaldaron su precandidatura. En ese sentido, dejó un mensaje especial para «ministros y funcionarios», y también para la mandataria: «Gracias por el apoyo, por las decisiones inteligentes, por tanta ayuda, por haberme honrado invitándome a acompañarla tantas veces. Tengo la seguridad que hay una mayoritaria decisión silenciosa de resguardar lo conseguido».
La decisión del gobernador deja al oficialismo con cuatro candidatos en carrera por la sucesión en la Casa Rosada: el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; su par de Defensa, Agustín Rossi, y el legislador porteño Jorge Taiana. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el presidente de la Cámara de Diputados habían bajado sus pretenciones tiempo atrás para competir en la Provincia.
En territorio bonaerense, el panorama es aún más complejo. Los aspirantes a quedarse con el sillón que dejará Scioli suman más de una docena. Y todavía ninguno depuso su postulación.