Mutlu Kaya, de 19 años, había recibido amenazas de su propia familia tras participar del programa. Está internada en estado crítico. «Tengo miedo», había dicho ella al equipo de producción del programa
Mutlu Kaya es una joven turca de 19 años que tiene una voz que impresiona, además de una belleza exótica. Lo demostró días atrás en un concurso de talentos de la televisión de Estambul. Pero su sueño se truncó ayer al recibir en la localidad de Ergani, ubicada en la provincia de Diyarbakir, un disparo en la cabeza que la dejó al borde de la muerte.
El balazo fue en aparente venganza por participar del concurso, ya que la joven estaba amenazada de muerte por algunos familiares después de viajar a Estambul para participar del concurso, según informó el diario británico The Guardian citando medios de comunicación turcos. La amenazas habrían venido de parte de su familia paterna. «Tengo miedo», había dicho ella al equipo de producción del programa.
En la madrugada de ayer, una persona no identificada entró en el jardín de la vivienda de Mutlu y le disparó mientras ensayaba en su habitación, cuenta el diario Hrriyet. La joven fue internada y se encuentra en estado crítico. Un sospechoso fue detenido ayer y otros tres, entre ellos el ex novio de la joven, fueron arrestados hoy y trasladados entre grandes medidas de seguridad a las instalaciones policiales.
Durante su participación en el concurso, Mutlu Kaya emocionó a los espectadores con sus interpretaciones. Entre el público se pudo ver entonces a su madre y a su hermano.
El pasado 30 de marzo la joven había recibido la visita de una célebre cantante turca, Sibel Can, miembro del equipo del programa televisivo«Sesin cok guzel», que tras escuchar su prueba le había pedido que participase en el concurso bajo su tutela musical. Unos días después, sin embargo, trascendió que la joven había empezado a recibir amenazas de muerte del clan de su padre.
«Cuando oyeron que iba a participar en el concurso, me dijeron que iban a matarme, tengo miedo», escribió Mutlu a los responsables del programa, según reportaron medios turcos.
En las zonas del sureste de Turquía son especialmente frecuentes los llamados «crímenes de honor», es decir, asesinatos de mujeres jóvenes cometidos por los propios familiares -hermanos, padres, tíos o incluso la madre- para evitar que una conducta que consideran «indecente» y que deja a la familia en mal lugar frente a los vecinos.
Entre un 15 y un 20 por ciento de los asesinatos de mujeres con motivos patriarcales en Turquía los cometen los propios familiares, mientras que un 66 por ciento es obra de maridos, ex maridos, novios, ex novios o pretendientes, según recuentos de la revista Bianet.
Cada año mueren más entre 200 y 250 mujeres en Turquía en crímenes relacionados con la violencia de género, y en los primeros cuatro meses del año en curso la cifra de víctimas ya llega a 94, según la misma revista.
Fuente: Agencias