En una conversación con Canal E, Gaite destacó que la disminución del riesgo país abre la puerta a potenciales avances, pero también subrayó los retos persistentes relacionados con las reservas, el tipo de cambio y el financiamiento externo.

La Recuperación de los Mercados y su Contexto Real

Frente a la caída del riesgo a menos de 600 puntos básicos, el economista señaló que la euforia del mercado se sustenta en “los resultados electorales y el respaldo de Estados Unidos”. No obstante, enfatizó la necesidad de ser cautelosos con esta reactivación: “Debemos tomar esta euforia con pinzas”.

Gaite explicó que la brecha entre la recuperación de los bonos y acciones con respecto a la economía real es vasta: “La desconexión entre la euforia del mercado y la economía sigue siendo preocupante”. Alertó sobre la fragilidad del Banco Central, que presenta escasas reservas, dificultando así la acumulación de divisas genuinas.

Con los inminentes vencimientos de deuda, la situación es delicada. Aunque los acuerdos con Estados Unidos pueden allanar el camino hacia pagos a largo plazo, “los desequilibrios fundamentales no se solucionan solo con un cambio de expectativas”. Además, la estabilidad cambiaria se apoya considerablemente en un aumento del endeudamiento privado en dólares, lo que genera alivio temporal pero también riesgos a futuro.

Desafíos de un Acuerdo Bilateral: Consecuencias para la Economía Local

Respecto al borrador del convenio con Estados Unidos, Gaite no escatimó críticas, describiendo el comunicado estadounidense como “bastante escandaloso”. Este acuerdo implica que Argentina eliminaría aranceles y barreras técnicas en sectores estratégicos, mientras que los beneficios para las exportaciones argentinas siguen siendo inciertos.

El economista alertó sobre un creciente aumento de la presencia de importaciones, lo que agrava aún más la falta de divisas en el país e impacta negativamente en la producción local. Desde noviembre de 2023, “la producción industrial se ha reducido en aproximadamente un 4% mientras que las importaciones han crecido más de un 30%”, fenómeno que calificó como “sustitución inversa”.

Ante esta situación, la economía argentina enfrenta un ciclo complicado: no logra atraer inversiones extranjeras —“desde la llegada de Milei han sido negativas”—, no genera superávit externos adecuados y se ve obligada a depender aún más del endeudamiento.

Finalmente, Gaite advirtió que, si el gobierno no actúa para corregir la apreciación cambiaria ni establece las condiciones necesarias para que fluyan divisas, “podría perder una nueva oportunidad”, replicando lo sucedido en ocasiones anteriores de “euforia financiera” que desembocaron en tensiones cambiarias.