El miércoles al mediodía Florencio Randazzo recibió el llamado presidencial y partió raudo a la Quinta de Olivos. Era el primer encuentro con la mandataria luego de que Daniel Scioli anunciara que su compañero de fórmula para las PASO iba a ser el Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.
La charla arrancó con la Presidente describiéndole el escenario político que veía y luego le explicó cómo fue que el gobernador bonaerense le propuso a Zannini para que lo acompañe en la candidatura. Randazzo escuchó, pero disconforme con el escenario le pidió a Cristina ser él ungido como candidato único del Frente Para la Victoria o al menos que interceda para que su hombre de confianza no acepte acompañar a Scioli. Una utopía.
Según cuentan a este medio fuentes del FPV, el ministro del Interior y Transporte llegó a llorar en esa charla al entender que él había hecho mérito para ser único candidato a presidente del espacio. En ese momento, le anticipó que iba a renunciar a presentarse. La mandataria le reiteró «elegí el vice y presentate». El resto de la película es conocida, Randazzo optó por renunciar a todo en una decisión difícil de comprender.
Esto abrió nuevamente la caja de oportunidades para el resto de los candidatos bonaerenses. Julián Domínguez, Fernando Espinoza, Aníbal Fernández y volvió a entrar en carrera Diego Bossio. Este jueves por la tarde la Presidente se reunió con los tres primero y ayer con el titular del ANSES. En la última reunión, Cristina los conminó a presentarse a una gran interna. «Nadie está vedado, busquen su vice y preséntenlo antes de la medianoche del sábado», les dijo reflotando la idea de una verdadera interna.
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