Ari Gisel, de 23 años, se declaró culpable de haber instigado el ataque violento contra los hermanos australianos Jake y Callum Robinson, así como su amigo estadounidense, Carter Rhoad, en abril de 2024.

Un Viaje Fatal a Baja California

Los tres jóvenes, reportados como desaparecidos, fueron encontrados días después con heridas de bala en un pozo. Su viaje, que prometía diversión y aventura, terminó de manera desgarradora.

Gisel aceptó en un juicio abreviado haber orquestado el robo. Según su declaración, mencionó a los implicados en el ataque: «Traen buen teléfono y buenas llantas», refiriéndose a los turistas.

Los Asesinos y sus Conexiones

Los otros tres involucrados, cuyas identidades no han sido divulgadas, siguieron a las víctimas hasta su campamento, donde las cosas tomaron un giro oscuro. Al resistirse al robo, los turistas fueron asesinados.

Las autoridades indican que dos de los asaltantes tienen lazos con el cártel de Sinaloa, famoso por su implicación en el narcotráfico, y actualmente se encuentran en una prisión de máxima seguridad.

Un Dolor Infinito para las Familias

Las familias de las víctimas compartieron su dolor durante la audiencia por videoconferencia. «Soñábamos con verlos crecer», expresó Debra Robinson, madre de los hermanos. «Tenemos que vivir con su ausencia», añadió con tristeza.

Callum, de 33 años, formaba parte del equipo nacional de lacrosse de Australia y residía en San Diego, mientras que Jake, de 30 años, había viajado desde Australia para visitarlo. Rhoad, también de 30 años, había estado involucrado en trabajos humanitarios y estaba a un paso de casarse.

Una Disculpa que No Alivia el Dolor

Durante la audiencia, Gisel pidió disculpas a las familias de las víctimas, afirmando: «Sé que nada que pueda decir compensará su pérdida». Su decisión de declararse culpable le permitió evitar una larga condena.

Este caso resalta la violencia que afecta a México y deja una herida profunda en las familias, quienes luchan con la realidad de una pérdida irremediable.