El anciano, que se encontraba en su casa dispuesto a llevar a su hija al trabajo, nunca imaginó que una simple solicitud de agua detendría su día de esta manera. La mujer aprovechó un momento de descuido para sustraer su teléfono celular.

El Engaño de una Visita Inesperada

Según el relato del jubilado, la mujer se acercó y, de forma amistosa, pidió un vaso de agua. El hombre, de buen corazón y sin dudar, accedió a la solicitud.

La Petición del Baño y el Robo

Tras tomar el agua, la mujer pidió permiso para usar el baño, y el jubilado, confiando en ella, nuevamente le permitió el acceso. Al salir, solicitó otro vaso y se encaminó hacia el comedor.

Mientras el vecino se ocupaba de servir el agua, la mujer hizo un movimiento rápido, tomó el teléfono que estaba sobre la mesa, lo escondió bajo su ropa y salió de la casa sin que él lo notara.

La Revelación a Través de las Cámaras

Al percibir la falta de su dispositivo, el hombre revisó las grabaciones de seguridad y quedó sorprendido al ver cómo la mujer aprovechaba un descuido para llevarse el celular.

Investigación en Marcha

Inmediatamente, el jubilado se dirigió a la Seccional Tercera para formalizar la denuncia. Las autoridades están trabajando en la identificación de la responsable de este acto delictivo.