El blindado fue atacado con lanzagranadas mientras patrullaba una carretera en la provincia de Agri, fronteriza con Irán, informaron las Fuerzas Armadas turcas en un comunicado. Los soldados del convoy devolvieron el fuego y los atacantes huyeron, dejando abandonada una camioneta, añadió la emisora turca NTV, que agregó que el Estado Mayor turco ya había informado previamente sobre un suboficial que resultó herido al ser ametrallado al bajarse de su coche en la provincia de Erzurum. Poco antes, otro comunicado oficial turco precisaba que la fuerza aérea atacó «refugios, almacenes y puntos logísticos» del PKK, «tanto dentro como fuera de Turquía». Desde Irak, un responsable del PKK en la frontera indicó que los bombardeos continuaban y dio la cantidad de víctimas -un total de 9- a la agencia de noticias EFE. El vocero, Dalil Narmed, no hizo mención de provincias turcas afectadas por el bombardeo, aunque sí enumeró seis localidades del norte de Irak. Entretanto, el Parlamento tratará en sesión extraordinaria la arremetida gubernamental y los actos de violencia que azotan el país desde que un atentado yihadista (en el que los kurdos vieron connivencia oficial) asesinara decenas de personas en Suruc, nueve días atrás. Según opositores, críticos y analistas, las operaciones que ordenó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, solo buscan una ganancia política interna. Las fuerzas de seguridad turcas arrestaron hoy a 302 personas en 39 provincias de Turquía, en el marco de la operación policial iniciada el viernes pasado contra simpatizantes de la guerrilla kurda PKK, grupos marxistas y redes yihadistas cercanas al Estado Islámico (EI). El partido de Erdogan, el islamista AKP, perdió en las últimas elecciones la mayoría absoluta de la que había disfrutado durante doce años, y está embotellado en la imposibilidad de formar un gobierno con suficiente poder como para ejecutar los planes de su líder antes de que venza el plazo legal y deba llamar a nuevas elecciones. Según sus críticos, Erdogan solo busca debilitar al partido que disolvió su mayoría absoluta, el HDP, de izquierda prokurda, para que las nuevas elecciones le sean favorables. Al AKP, con 258 escaños, le faltan 18 para la mitad más uno de los votos, mientras que el partido socialdemócrata CHP dispone de 132 diputados y el ultranacionalista MHP, de 80, al igual que el HDP, que fue la revelación de las elecciones pasadas. El PKK se atribuyó, además, un atentado explosivo esta mañana contra el oleoducto Kirkuk-Ceyhán, que lleva hidrocarburos desde el Norte de Irak a la costa turca del Mediterráneo. Hubo además un ataque contra un convoy militar en la provincia de Bitlis, con explosivos caseros y armas de fuego, que no produjo heridos entre los soldados. Sí fue herido un militar turco que en la provincia de Erzurum fue ametrallado desde otro vehículo y sufrió un accidente. La emisora CNNTürk informó anoche, además, de ataques con lanzagranadas a instalaciones y viviendas policiales en Diyarbakir y Hakkari, dos provincias del sudeste de Turquía con fuerte presencia kurda, que no provocaron víctimas. Finalmente, el ministerio turco de Relaciones Exteriores comunicó hoy oficialmente que los cazas de Estados Unidos y sus aliados ya pueden usar sus bases aéreas, en especial el aeropuerto militar de Incirlik, para atacar al EI en territorio sirio. La autorización prohíbe a los cazas colaborar con las milicias kurdosirias que combaten eficazmente contra los yihadistas. Hasta ahora, la oposición -y no solo la kurda- viene denunciando que el gobierno islamista de Erdogan toleraba e incluso apoyaba claramente al EI. De allí la indignación provocada en los kurdos por el atentado en Suruc. Turquía atacó al EI con sus bombarderos por primera (y hasta ahora única) vez el 24 de julio, pero fueron simultáneos al inicio de los ataques a las posiciones en Irak hacia las que se había retirado el PKK en virtud de acuerdos previos.
10 muertos en ataques cruzados de la aviación turca y de milicianos del PKK kurdo
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